Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Por: W.
Abraham Pérez Cuéllar
En las últimas semanas el BCB transmitió el informe
sobre el comportamiento del sector financiero del Estado Plurinacional de
Bolivia que tiene como título “Informe de Estabilidad Financiera” a febrero del
2013. En este informe hay aspectos que vale resaltar y comentar.
El informe de Estabilidad Financiera además de haber
sido publicado ha sido expuesto ante representantes de instituciones y
organizaciones de la sociedad civil, en los distintos centros urbanos del país.
En estos eventos, los asistentes, sugieren aspectos de consideración que creen
que están ausentes o solicitan aclaraciones y ampliaciones para tener una cabal
comprensión sobre la estabilidad financiera del país.
El tema que introduce el citado informe está referido
al panorama de la economía internacional, planteando que, la economía mundial
se debilitó en sus niveles de crecimiento en el periodo 2012, este
debilitamiento está expresado por el endeble crecimiento de los países
desarrollados, crecimiento mucho más lento de lo que esperaban los pronósticos
que hicieran las instituciones internacionales como el BM y el FMI. Los riesgos
en las economías de la Zona Euro y los EE.UU. se incrementaron. En realidad el
poco crecimiento de la economía mundial, durante el 2012, fue impulsado por las
economías emergentes, aspecto que se prevé que ocurra en el presente periodo de
2013.
En este entorno internacional adverso, el sector
financiero de Bolivia muestra niveles de estabilidad importantes, aspecto que
debe ser no solo resaltado, como lo hace en informe, sino explicado en sus
aspectos más relevantes. Esta situación, debe promover responsabilidades e
iniciativas para el mayor impulso de nuestros sectores productivos, por el
impulso de la actividad intermediadora que realiza el sector financiero. Así como
desde el gobierno, con políticas económicas acertadas y, desde los otros
sectores de la economía plural, iniciativas que aprovechen este escenarios de
estabilidad y confianza.
El informe resalta la evaluación de calificadoras
internacionales, afirmando lo siguiente: “La calificación de riesgo
soberano de Bolivia mejoró y las calificaciones del sistema financiero se
mantuvieron estables, situación que, junto a las políticas recientes,
propiciaron un entorno adecuado para la expansión del crédito y para una mayor
bancarización. Bolivia retornó a los mercados internacionales de capitales en
2012”. ¿Es un logro importante? ¿En qué consiste esa importancia? He ahí
dos interrogantes que requiere respuestas ampliatorias a la afirmación del
“retorno exitoso a los mercados internacionales”. Aspectos como, saber en qué
se utilizarán dicho recursos y que beneficios colaterales producirán, en el
mediano y/o el largo plazos, a la economía nacional, regional y local son
necesarios para buscar el apoyo de la población civil organizada a estas
operaciones. Recordando que en tiempos pasados se acudía a este tipo de
operaciones para cubrir los déficits fiscales y no para realizar inversión
pública.
En relación al comportamiento del sector financiero
nacional, el informe resalta los siguientes aspectos:
“El contexto interno fue favorable para la actividad
de intermediación financiera en 2012, la cual se caracterizó por un importante
dinamismo. Los DPF mayores a un año y en MN, especialmente de inversionistas
institucionales, impulsaron el incremento de los depósitos. Por su parte, el
microcrédito fue el motor del crecimiento del crédito. Las modificaciones a la
normativa de encaje legal contribuyeron a profundizar el proceso de
bolivianización del sistema financiero, que registró indicadores de
rentabilidad y solvencia favorables para la expansión del crédito en 2013”.
Este incremento de los DPFs (depósitos a plazo fijo) y
en MN (moneda nacional) se refiere a los ahorros de instituciones con
importante liquidez, como son la AFPs (administradoras de pensiones). Este
comportamiento institucional aportó, de manera significativa, a la
bolivianización de los depósitos en el sector financiero.
El 82% de los créditos otorgados por las entidades
financieras están en moneda nacional, en tanto que en los depósitos por parte
de las entidades y el ahorro familiar también han sido incrementados en
términos de moneda nacional.
El comportamiento del ahorro familiar tuvo un cambio
que hay que resaltar y comprender dicho comportamiento, el informe explica que:
“Con relación a los ahorros de las familias, en los
últimos seis años se produjo una descomposición desde DPF a cajas de ahorro
posiblemente debido a los menores rendimientos ofrecidos por las entidades
financieras. En este contexto, las familias preferirían la liquidez ofrecida
por los depósitos en caja de ahorro además de sus ventajas para sustentar
instrumentos electrónicos de pago”.
El hecho de que el ahorro de las familias haya migrado
de DPFs (depósitos a plazo fijo) a Cajas de Ahorro no solo se bebe a la
necesidad de liquidez por parte de estas familias; también tiene su explicación
por las bajas tasas de interés que los bancos ofrecen a los ahorristas. Entre
las tasas de interés pasivas (lo que pagan las entidades a los ahorristas) y
las tasas pasivas (lo que cobran a sus prestatarios), hay una brecha de tal
magnitud que, ya no es ningún incentivo ahorrar o por lo menos a disminuido
sustancialmente el incentivo por hacerlo.
¿Por qué las entidades financieras no ejecutan
políticas e instrumentos que incentiven el ahorro? Resulta que la liquidez en
el sistema financiero ¿rebasa en magnitud a la demanda de créditos? O ¿los
requisitos para acceder al crédito continúan muy rígidos? Entonces, la solución
a este impase debe ser impulsada por políticas de corte financiero, desde el
ejecutivo y el legislativo. La Ley de servicios financieros y sus reglamentos
deben tomar en cuenta esta propuesta.
Otra de las recomendaciones en este aspecto, dada la
estabilidad financiera importante en los últimos años, es aquella que se
plantea en el sentido de, desplazar la bancarización a lo largo y ancho de la
geografía nacional. Esta tarea se la debe proponer a las instituciones
financieras tanto privadas como públicas y/o estatales.
* Docente Investigador titular de la UMSA, economista
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