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El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

Por el camino de la transición hacia la economía de la felicidad

De la mendicidad al Vivir Bien…

Por: Fernando Arenas Silvetty
La metáfora popular: “Bolivia es un mendigo sentado en una silla de oro” pregonada durante la etapa neoliberal sobreentendió los efectos de un dependentismo e incapacidad productiva que mantuvieron a nuestro país dentro de los índices alarmantes de pobreza, indigencia, educación etc. y con los más altos niveles de corrupción, desigualdad y desestabilización política.
Al escribir sobre los indicadores de la Economía de la felicidad [1], —mismos que podrían ser implementados para evaluar al Sumaj Q´amaña en nuestro país— analizamos esta corriente, que debido a sus características presentan una similitud en lo referente a los principios expresados en el artículo 8 de nuestra Constitución Política del Estado [2], que plantea las directrices de las funciones y obligaciones del Poder Público.
Es entonces que la transición entendida como un efecto de la obsolescencia de la implementación de un capitalismo puro en nuestro país, pregona la resistencia a una economía de subsistencia que es llevada a costa de la transferencia de nuestros recursos, esta resistencia combate la permanencia de un modelo dependentista a nivel mundial. Este proceso es precedido por los niveles de alejamientos a los impactos directos de la crisis del sistema capitalista tal como ocurrió en 2009, ello gracias a las nuevas políticas de integración propias de los modelos emergentes y del sur-sur, a través de una participación sólida del Estado en la economía, con un proteccionismo racional productivo y la óptima administración de las empresas nacionalizadas.
A partir de la nuevas políticas económicas gubernamentales se demostró que en Bolivia los caminos de la agudización de las contradicciones plenas de la acumulación del capital aún persisten y de ahí se debe radicalizar la lucha para determinar tarde o temprano la debacle del sistema polarizador y concentrador de riquezas. En todo caso un proceso de desconexión en Bolivia del capitalismo no debe estancarse en un estatismo sino debe converger hacia la instauración socialista comunitaria, quedando con ello demostrado que los objetivos para la Agenda del Bicentenario concuasarán mediante la coordinación social comunitaria para la planificación estatal y el mercado.
El bienestar económico presentado por las cifras del INE al primer trimestre del Índice Global de Actividad Económica de un crecimiento de 6,04% en relación a similar periodo de la gestión anterior —que superó a la de Chile, Estados Unidos y México— comprueba una economía saludable y con buenas perspectivas para cerrar el 2013. Paralelamente se tiene un récord en el superávit fiscal a abril de la presente gestión (5,5%) superando con ello al déficit fiscal de 8,1% el 2003
Sin embargo no debemos olvidar que esta bonanza económica que es presentada en las cifras económicas expresan un indicador insuficiente para determinar un bienestar real de la población, si observamos como ejemplo el crecimiento del PIB per cápita de $us 1.182 en 2005 a $us 2.232 en 2012 (88%),se debería reflejar con ello una apreciación de bienestar popular, pero para lograrlo se deben profundizar las condiciones de sostenibilidad para este crecimiento y a la vez fomentar una sustentabilidad que disminuya la brecha entre la capacidad biológica y el consumo interno, es decir continuar trabajando por el autoabastecimiento de nuestro mercado interno para el desarrollo integral —entre otras políticas— con las del precio justo y la redistribución equitativa del excedente.
Esto pasa porque en realidad son otros factores adicionales los que determinarán la implementación de un bienestar general de la población expresado en el desarrollo integral de una sociedad, tomando aspectos políticos y sociales, entonces se recurrirá a un indicador más integral que refleje las condiciones de bienestar social como el Índice de Desarrollo Humano en Bolivia que tuvo una evolución de 0,668 del 2010 a 0,675 el 2012 logrando registrar el mayor crecimiento latinoamericano y encontrándose por encima del desarrollo humano medio (0,460) fruto de una inversión sostenible en educación, salud y con un crecimiento económico incluyente según el PNUD.
Otro indicador como el Progreso Genuino toma como punto de partida los datos de consumo personal ajustados en función de la distribución de ingresos que toma como medidas intermedias a otros indicadores como ser Indicadores económicos, Indicadores de la eficiencia en la utilización, producción y gestión de recursos y el Indicador Social de Bienestar, en el caso de Bolivia se inician entonces con la percepción de la satisfacción con la vida.
El análisis de la evolución de los indicadores antes propuestos demuestra que el crecimiento del Indice de Desarrollo Humano (IDH) desembocó en la posición de Bolivia con el indicador de la felicidad en el ranking mundial de felicidad [3] (puesto 65 en 2012 y 69 en 2006) que contempla la experimentación de un bienestar general de la población, la esperanza de vida y la huella ecológica comprobando con ello que la interpretación de estos indicadores van más allá de lo económico, plasmando ello en las políticas gubernamentales para lograr la transición antes explicada, más aun con el fenómeno de la adecuación real del salario con escala móvil, que desde el 2006 siempre estuvo por encima de los índices de inflación registrados en nuestro país, —siendo que los mismos fueron fijados con los trabajadores— quedando aún pendiente la instauración del la “escala móvil de las horas de trabajo” como la interpretación de la solidaridad entre los trabajadores a la cabeza de un gobierno que comulgue con sus principios. Con ello queda demostrado que la transición no conlleva al Vivir Bien desde un enfoque meramente economicista sino que requiere de la extensión política, social y universal para continuar con la revolución que conlleve la instauración de un estado social comunitario.
*    El autor es Economista
1    Indicadores de la Economía de la Felicidad... para medir y evaluar el sumaj qamaña (“vivir bien”), observatorio económico de “LA EPOCA” 4 DE MAY0 2013.
2    El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso, ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble)
3    Datos del Happy Planet Index 2013.

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