Ir al contenido principal

El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

Zavaleta en noviembre


Por: Fernando Mayorga

Hace 30 años salió la primera edición de Las masas en noviembre de René Zavaleta Mercado, texto emblemático como pocos en nuestras conspicuas ciencias sociales. La editorial La Juventud publicó ese pequeño libro con caratula escolar que contiene tres ensayos. Uno que le da el título, otro dedicado a “Forma clase y forma multitud en el proletariado  minero en Bolivia” y el tercero que analiza “Cuatro conceptos de la democracia”. En este noviembre tuve el honor de participar en la presentación del segundo tomo de su Obra Completa, encomiable esfuerzo de Plural con un excepcional trabajo editorial de Mauricio Sousa.

Esperamos, impacientes, el tercer volumen que nos mostrará otras facetas creativas de esta excepcional figura del pensamiento social boliviano. Un tomo que anuncia entrevistas y artículos periodísticos, textos literarios y conferencias, y hasta iconografía. Estoy seguro de que se podría armar un volumen adicional con las anécdotas de la vida política e intelectual de Zavaleta, caracterizada por respuestas certeras aderezadas con fina ironía y la contundencia de un gancho al hígado. Quienes tuvieron la oportunidad de cruzar algunas palabras con René Zavaleta terminan relatando ese encuentro como un hecho excepcional. A mí me sucedió en la ciudad de México, cuando tenía poco más de 20 años y una noche le mostré el borrador de mi tesis de licenciatura para conocer su criterio. Mi encuentro fue circunstancial y supuse que siendo mi objeto de estudio la obra de Carlos Montenegro (uno de sus ídolos, por cierto) René Zavaleta iba a sentir cierta curiosidad. Se puso a ojear las páginas mientras yo me refugiaba en un cuarto adyacente y en la lectura de algún autor bálsamo, seguramente Carlos Monsiváis. Al rato siguió su camino y se despidió de mis preguntas con una sonrisa lacónica y susurrando: “Bonitos títulos”. Me quedé sonriendo con más alegría que intriga.

Recuerdo esa anécdota no por afán narcisista, sino porque cuando publiqué mi tesis en 1985 cambié su título por sugerencia de Luis H. Antezana y quedó como El discurso del nacionalismo revolucionario. Lo que interesa resaltar es que ese tema (nacionalismo revolucionario, “el NR”) había provocado un diálogo muy prolífico entre René Zavaleta y Cachín Antezana, a partir de la publicación —también hace tres décadas, pero en México—, de un volumen colectivo compilado por René Zavaleta, titulado Bolivia hoy, que contiene un ensayo de Cachín Antezana sobre “Sistema y proceso ideológicos en Bolivia” y, precisamente, dos textos de aquella edición de La Juventud. Después del fallecimiento de René Zavaleta en 1984, Cachín Antezana inició una labor de estudio sistemático de su producción teórica que se expresó en La diversidad social en Zavaleta Mercado, libro publicado en 1991. Dos años antes, en la universidad pública habíamos organizado, con Cachín Antezana, un seminario que dio origen a un libro colectivo titulado El pensamiento de Zavaleta Mercado. Se trata pues de una veta de reflexión sobre su obra que abarca un par de décadas y con múltiples esfuerzos entre los que debe destacarse el libro de Luis Tapia: La producción del conocimiento local. Historia y política en la obra de René Zavaleta, publicado en 2002, y un conjunto de textos de autores bolivianos y latinoamericanos: René Zavaleta Mercado. Ensayos, testimonios y re-visiones, publicado en México en 2006.

Que sirva este recorrido como una invitación a visitar la obra de Zavaleta Mercado prescindiendo del uso canónico de su pensamiento. Con ese término me refiero a que algunas nociones de su teoría —por ejemplo sociedad abigarrada, crisis como método de conocimiento y momento constitutivo— son esgrimidas como simples asertos o descripciones epifenoménicas eliminando su función crítica. Desechar un acercamiento canónico es el punto de partida para adentrarse en la obra de un autor capaz de sorprender cada instante con su prosa: “En el desconcierto absoluto o malestar cósico que produce la multiplicación de los objetos del mundo, los hombres están solos en medio de las cosas que se amplían sin cesar”.



Comentarios

Entradas populares de este blog

El mapamundi actual miente

Por: Xavier Albó El mapamundi que está y se mantiene en todas nuestras escuelas y unidades educativas es mentiroso y deliberadamente colonizador. Y con ello, tiene efectos mucho más nefastos y generalizados que el reloj dextrógiro que estaba en el Parlamento y que la Cancillería ya ha cambiado por otro levógiro, como sin duda correspondería al hemisferio Sur. Los relojes digitales sin agujas ya no necesitan tal revisión. Cuando el geógrafo Mercator hizo esa proyección bidimensional de una realidad tridimensional y curva a solo dos dimensiones planas, tuvo una gran aceptación porque permitía reducir a planos universales la longitud y latitud con relación al globo terráqueo. Aplicada a niveles muy locales, esa proyección no tiene problemas; pero cuando se lo utiliza para todo el mundo, introduce distorsiones totalmente inaceptables y que, con nuestros actuales conocimientos y tecnologías, ya resultan simplemente mentirosos y neocolonialistas. Resume Eduardo Galeano: “El mapamu

Premiar el trabajo, no la riqueza

Informe de desigualdad de Oxfam Para poner fin a la crisis de desigualdad, debemos construir una economía para los trabajadores, no para los ricos y poderosos. En 2016, el grupo Inditexa, al que pertenece la cadena de tiendas de moda Zara, repartió dividendos por valor de cerca de 1.300 millones de euros al cuarto hombre más rico del mundo, Armancio Ortega. Stefan Parsson, hijo del fundador de H&M y que ocupa el puesto 43 en la lista Forbes de las personas más ricas del mundo, recibió 658 milones de euros en concepto de dividendos el año pasado. Anju vive en Bangladesh y trabaja confeccionando ropa para la exportación. Suele trabajar 12 horas al dá hasta muy tarde. A menudo tiene que saltarse comidas porque no ha conseguido suficiente dinero. Gana poco más de 900 dólares al año. El año pasado, el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones alcanzó su máximo histórico, con un nuevo milmillonario cada dos días. En este momento hay 2.043 milmillonar

La despatriarcalización

Por: Julieta Paredes Al igual que el Seguro Universal de Salud (SUS), la despatriarcalización, como nombre para una política pública, tardó mucho, pero llegó. Entonces, en este marzo de luchas de las obreras, es necesario analizar, ¿qué es lo que realmente llegó? Fruto de una serie de movilizaciones de mujeres pertenecientes a las organizaciones sociales del proceso de cambio, se lograron algunas medidas en el Ejecutivo. Fueron movilizaciones que se realizaron a lo largo del año pasado, con encuentros departamentales. Así fue que se logró concretar un listado de demandas que más o menos se repitieron a lo largo de estos años, con algunas interesantes novedades. Entre ellas podemos señalar la exigencia del salario al trabajo doméstico y la necesidad de un espacio en el Gobierno para este sector. Algo así como un Ministerio de las Mujeres, instancia que tenga la jerarquía necesaria para efectuar las tareas que corresponden a la mitad de la población de Bolivia que somos las mu