Ir al contenido principal

El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

México: la marcha que llenó de energía las calles


Por: Alonso Urrutia y Arturo Sánchez Jiménez
Del Zócalo a Paseo de la Reforma, la masa estudiantil entró en ebullición, con irreverencia e indignación. Confluencia de pasiones de decenas de miles que salieron a las calles –en una de las movilizaciones más nutridas de los años recientes– para hacer tabla rasa de los políticos y sin distingo de cargos, federales o estatales, sentenciaron de manera sumaria: ¡Asesinos! O acaso ya tienen identificado al culpable, como señaló una pancarta de la Facultad de Filosofía y Letras: Ayotzinapa, fue el Estado.
Fue una ebullición con tintes de rebelión. El destino de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa catalizó el drama de los desaparecidos que arrastra el país desde hace años y que ahora es repudiado a coro por los jóvenes que reclaman: “PRI, PAN, PRD=narcogobierno”, un gobierno al que sin regateos le imputan la responsabilidad principal en la tragedia de Ayotzinapa.
Nos arrancaron tanto que hasta el miedo se llevaron, decía una de las miles de pancartas enarboladas en el Día de Acción Global por Ayotzinapa, cuya convocatoria unificó ayer a la comunidad estudiantil que salió a las calles en una marcha multitudinaria. A saber las cifras, pero cuando los padres de los jóvenes desaparecidos comenzaban a hablar frente a las puertas de Palacio Nacional, el último contingente sorteaba la glorieta de Colón y pasadas las 21:30 horas ingresaba a la Plaza de la Constitución.
Muerte, sangre, corrupción
Incontables escuelas hicieron acto de presencia en la movilización e insólitamente entre ellas hubo grupos del Instituto Tecnológico Autónomo de México. Cada conjunto se esforzó por plasmar su identidad escolar, pero hubo denominadores comunes que los unificaron en la protesta: muerte, sangre, corrupción, desaparecidos.
Y algo más: gran parte de los contingentes llevaron a niveles más altos la responsabilidad de los hechos de Ayotzinapa y corearon: ¡Fuera Peña!
En la vanguardia de la movilización, padres y madres de los normalistas desaparecidos. Con la tristeza a cuestas llevaban consigo los retratos de sus hijos, de quienes nada saben desde hace 27 días. Caminaron en silencio la mayor parte del trayecto, pero a ratos algunos desahogaron su impotencia y exigieron, por enésima vez, la renuncia del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y que se castigue a los culpables de los homicidios y desapariciones de normalistas, para rematar con una advertencia: si las autoridades estatales y federales no pueden hacer justicia, que se vayan todos.
Alexander, ¡vivo!; Martín, ¡vivo!; Carlos, ¡vivo! Uno a uno se pasó lista a los estudiantes desaparecidos mientras la manifestación recorría Paseo de la Reforma y avenida Juárez rumbo al Zócalo.
El paso de los familiares de los normalistas y de sus compañeros de estudios fue atestiguado por miles de personas que formaron vallas a los costados de los contingentes a lo largo de Reforma.
Con enormes retratos de los jóvenes desaparecidos, la vanguardia del contingente entró al Zócalo. Se colocó en la parte central del templete, desde el cual los oradores recordaron una y otra vez: Nos faltan 43 compañeros, a quienes dejaron 43 sillas vacías para patentizar su ausencia. Tres sillas más tenían una veladora, para recordar a los normalistas que fallecieron aquella noche.
El gobierno no nos ha respondido como debería. Le demandamos que nos dé respuesta lo más pronto que pueda. Les vamos a dar dos días más; si no, tomaremos otro tipo de medidas. Que se atengan a las consecuencias, dijo desde el templete uno de los hombres cuyos hijos no aparecen.
Otro de los padres señaló que en Ayotzinapa la gente se está organizando para buscar a los que se llevaron a sus hijos. Y reiteró: Les damos dos días o vamos a tomar otras acciones.
Casi cuatro horas de movilización

Convocada para las 18 horas, la marcha se retrasó ante la interminable confluencia de contingentes que llegaron a las inmediaciones del Ángel de la Independencia, que padeció el embate de la indignación de los jóvenes, mientras la policía capitalina estuvo ausente o, al menos, desplegada de forma discreta.
La intensidad de las consignas dio cuenta de la relatividad del tiempo en esta tragedia. Entre la parsimonia gubernamental para esclarecer los hechos y el apremio, con tintes de emergencia nacional, que para la comunidad estudiantil tiene conocer el destino de los 43 desaparecidos.
La lucha tuvo varias formas de expresión. En las inmediaciones del Ángel de la Independencia varios jóvenes desafiaron la solemnidad del monumento y embozaron a las petrificadas mujeres que simbolizan la justicia, la paz y la ley. Parecía demasiada ironía para los tiempos que vive el país y optaron por ocultarles el rostro.
Antes de salir, el contingente del Instituto Nacional de Bellas Artes dio muestras de su particular forma de protesta: la danza y la música contra el horror de Ayotzinapa. Vestidos de negro, varios jóvenes improvisaron una danza ¿por la vida o por la muerte? La interpretación fue celebrada por la masa que remató con gritos en demanda de la aparición de los normalistas.
Otro grupo de estudiantes optó por el desnudo. Los cuerpos de las mujeres de la Escuela Nacional de Antropología e Historia cubiertos con pintura que simulaba la sangre de un país violento, y la consigna: No más muertes.
Porque la agresión contra los jóvenes debe atraer la atención social, porque nuestros cuerpos desnudos muestran la indefensión en la que estamos los estudiantes, explicó una alumna.
La diversidad de la protesta fue del silencio casi con tono de procesión hasta el legendario estribillo contra el ¿viejo régimen?: ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! Algunos grupos con rítmica música taladraron las calles con esa añeja consigna.
Entre la gran cantidad de grupos estudiantiles se intercalaron organizaciones sociales que añadieron al reclamo popular sus propias demandas: el Sindicato Mexicano de Electricistas, los campesinos de San Salvador Atenco y representantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, entre otros.
La enorme columna de manifestantes (50 mil personas, según el Gobierno del Distrito Federal) hizo imposible la confluencia de todos en el mitin central. Padres, madres y normalistas de Ayoztinapa demandaron desde el templete la salida de Enrique Peña Nieto y de Ángel Aguirre Rivero, cuando gran parte de la multitud apenas ingresaba a la avenida 5 de Mayo.
Mientras algunos oradores desahogaban a las puertas de Palacio Nacional sus sentimientos de rabia, dolor, tristeza e indignación, o todos juntos, el Zócalo se llenaba paulatinamente de centenares de veladoras que rodearon el asta bandera. En amplios espacios de la Plaza de la Constitución la consigna política dio paso al silencio, mientras las luces de la veladoras ardían en memoria de los desaparecidos.

La marcha concluyó pasadas las 22:30 horas. Asistieron casi todas las escuelas de la región, aunque una pancarta fue el epígrafe de la movilización: No somos todos, nos faltan 43.
Twitter @escuelanfp 
Rellene el siguiente formulario para suscribirse.
 

Comentarios

Entradas populares de este blog

El mapamundi actual miente

Por: Xavier Albó El mapamundi que está y se mantiene en todas nuestras escuelas y unidades educativas es mentiroso y deliberadamente colonizador. Y con ello, tiene efectos mucho más nefastos y generalizados que el reloj dextrógiro que estaba en el Parlamento y que la Cancillería ya ha cambiado por otro levógiro, como sin duda correspondería al hemisferio Sur. Los relojes digitales sin agujas ya no necesitan tal revisión. Cuando el geógrafo Mercator hizo esa proyección bidimensional de una realidad tridimensional y curva a solo dos dimensiones planas, tuvo una gran aceptación porque permitía reducir a planos universales la longitud y latitud con relación al globo terráqueo. Aplicada a niveles muy locales, esa proyección no tiene problemas; pero cuando se lo utiliza para todo el mundo, introduce distorsiones totalmente inaceptables y que, con nuestros actuales conocimientos y tecnologías, ya resultan simplemente mentirosos y neocolonialistas. Resume Eduardo Galeano: “El mapamu

Premiar el trabajo, no la riqueza

Informe de desigualdad de Oxfam Para poner fin a la crisis de desigualdad, debemos construir una economía para los trabajadores, no para los ricos y poderosos. En 2016, el grupo Inditexa, al que pertenece la cadena de tiendas de moda Zara, repartió dividendos por valor de cerca de 1.300 millones de euros al cuarto hombre más rico del mundo, Armancio Ortega. Stefan Parsson, hijo del fundador de H&M y que ocupa el puesto 43 en la lista Forbes de las personas más ricas del mundo, recibió 658 milones de euros en concepto de dividendos el año pasado. Anju vive en Bangladesh y trabaja confeccionando ropa para la exportación. Suele trabajar 12 horas al dá hasta muy tarde. A menudo tiene que saltarse comidas porque no ha conseguido suficiente dinero. Gana poco más de 900 dólares al año. El año pasado, el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones alcanzó su máximo histórico, con un nuevo milmillonario cada dos días. En este momento hay 2.043 milmillonar

El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás