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El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

Los 500 Bolivianos




Por: Mario Iván Paredes Mallea

Conozco a un par de abuelos, esposos ellos, que durante años en momentos de elecciones votaban por las alternativas de derecha. Pero desde hace pocos años atrás votan por la alternativa representada por el actual gobierno de Bolivia. Ambos ancianos viven en condiciones de pobreza en uno de los barrios del “Plan 3.000”, extensa zona y popularmente poblada de la ciudad de Santa Cruz. 

Pero ¿cuál fue el motivo de haberse decidido a votar y, ahora, apoyar al actual gobierno? Pues que cada mes reciben el bono “Dignidad” que se otorga a los ancianos de este país, el cual en un principio era de Bs. 200, pero que ahora es de Bs. 250. Por tanto, ambos reciben en total Bs. 500 cada mes.

Posiblemente para quienes están acostumbrados a percibir ingresos medios o elevados, esta suma de dinero les parezca ridícula, como lo expresaron en reiteradas oportunidades algunos políticos de las derechas en Bolivia y en Santa Cruz. Pero para estos abuelos, que durante años no recibieron ni un solo centavo de parte de los anteriores gobiernos, representa un monto de dinero que les permite solventar muchos de sus gastos.        

Cuando cobran su bono “Dignidad”, inclusive preparan un platito “especial” el cual es compartido con sus nietos quienes viven en la misma humilde casa. En muchas ocasiones todavía cocinan a leña; en su “patio” cultivan algunos productos que les sirven como alimento; de vez en cuando realizan alguna actividad que les permite obtener un poco más de dinero. Es la situación característica en la cual viven miles de abuelos en Bolivia. Pero a estos, esos Bs. 250 por persona, les sirven de mucho.

No se elimina la pobreza con ese monto de dinero, pero se logra aminorar sus desgarradoras consecuencias; se consigue una sonrisa de alivio al tener algo entre las manos; se logra compartir algo más con quienes forman su entorno familiar; se evita un llanto de desesperanza cuando no se tiene ni un pedazo de pan para aliviar el hambre.     

Pero se logra también algo que permite abrir mejor los ojos: mejorar la sensibilidad humana. Y este aporte al mejoramiento de la sensibilidad humana, permite inclinarse por algo que lo ha favorecido: la implementación de políticas del actual gobierno. En resumidas cuentas, ellos votarán positivo en el referendo del mes de febrero de este año.
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