Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Por: Rafael Puente
Es lo que nos faltaba por ver (o por
oír). Resulta que los únicos que están de acuerdo con las autoridades chilenas
en repudiar el viaje de nuestro Canciller y otras autoridades al puerto de
Arica son los contrabandistas de Oruro (que por supuesto se presentan como
"los orureños”). Mientras el resto del país, oposición política incluida,
se solidariza con la comisión oficial que fue maltratada por las autoridades
del puerto chileno. Nuestros contrabandistas se atreven a amenazar públicamente
al Gobierno para que deje de molestar al Estado chileno porque está en juego su
jugosa economía basada en el contrabando (fundamentalmente desde Iquique) y que
de verse seriamente perjudicados por culpa del Gobierno, ellos tomarán medidas…
Ya sabíamos desde hace años que el
contrabando organizado se siente un actor social con todos los derechos, cosa
comprensible si tenemos en cuenta que todos los gobiernos han sido tolerantes
con esa actividad, que supuestamente es delictiva (¿recuerdan ustedes aquella
larga polémica con los dueños de vehículos chutos que reclamaban su derecho al
contrabando?). Pero que ahora se atrevan a rechazar las medidas tomadas por el
Gobierno en defensa de nuestra soberanía y en contra de los atropellos del
Estado chileno, raya en lo criminal. Cabe sospechar que tienen relaciones
económicas con las empresas chilenas que se aprovechan de los puertos que
fueron bolivianos. Sólo falta que propongan que el departamento de Oruro pase a
ser parte de Chile…
Consecuencia clara, hoy más que nunca,
el Estado boliviano debería tomarse muy en serio la eliminación del
contrabando, ya que se trata de un tipo de actividad económica esencialmente
antinacional. Otra prueba de esta afirmación es el constante decrecimiento de
la actividad productiva en Bolivia, con el consiguiente crecimiento del
desempleo; hemos leído la noticia de que cada día se cierran empresas
productivas en nuestro país -¡ahí está Enatex!- porque, como es lógico, no
pueden competir con el contrabando.
Y resulta que cuando los actores
sociales y económicos perjudicados por todo eso se quejan a la Aduana Nacional,
la Presidenta de dicha entidad les contesta que lamentablemente no puede acabar
con el contrabando, ya que nuestras Fuerzas Armadas no tienen la capacidad
logística y operativa para llevar adelante esa lucha (sin añadir la posibilidad
de que más bien algunos mandos pudieran estar beneficiándose de ese
contrabando, eso no lo dijo).
Lo paradójico —y patético— es que
nuestro Vicepresidente declara, ante la sospecha de que Chile se prepara para el
uso de la fuerza militar contra Bolivia, que nuestras Fuerzas Armadas están
listas para defender el territorio nacional… Aparte de que dicha afirmación
contradice los principios pacifistas de toda la política marítima tan bien
llevada por nuestro actual Gobierno, resulta deprimente cuando comprobamos que
nuestras Fuerzas Armadas no son capaces de luchar eficientemente contra el
contrabando —Aduana dixit—, y que de nada sirven ni los helicópteros nuevos, ni
los caballos árabes que les regaló el Presidente ni la nueva consigna de
"Patria o muerte”… ¿Será que puedan enfrentarse con el Ejército y la
Armada chilenas?
Pero esto no es importante (un
exabrupto lo puede tener cualquiera, incluso un vicepresidente), lo
imprescindible es que nuestro Estado Plurinacional, hoy más fuerte que nunca,
descalifique las pretensiones de los contrabandistas orureños (y de cualquier
otra región) y deje claro que no son sujetos sociales, que no pueden compararse
con la Federación de Petroleros o con las Bartolinas, que lo que son es
delincuentes y que su lugar no es la frontera sino la cárcel. ¿O no?
Rafael Puente es miembro del Colectivo
Urbano por el Cambio (CUECA) de Cochabamba.
y Twitter: @escuelanfp
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