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El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

De Teté al Che…


Por: Alberto Castellanos

Teté nació en Rosario un 14 de junio del año 28, seria inscrito formalmente con el nombre de Ernesto Guevara de La Serna, a sus dos años sufriría el primer ataque de asma que lo acompaño toda la vida, y marco su destino. Esto llevo a la familia a trasladarse a Alta Gracia en Córdoba, el asma limito sus posibilidades en la escuela y en el deporte, a lo que se sobrepuso, rebelde y siempre travieso, fue convirtiéndose en apasionado deportista y gran lector. Más tarde en Buenos Aires ingresaría a la Facultad de Medicina, inclinado por una concepción de servicio, allí también jugaría al rugby, y profundizaría su amistad con militantes de línea comunista, y así comenzaría sus lecturas sobre Carlos Marx.

De 1950 a 1952, Fuser (apócope de Furibundo Guevara Serna, su apodo en el rugby) se abriría errante por los caminos de América, viajando al noroeste argentino (1 de enero 1950), contratado como paramédico en el buque petrolero de YPF (1951), y para el 4 de enero de 1952 desde Córdoba en la Poderosa II durante siete meses viajar pasando por Chile, la mina de Chuquicamata, el Perú, llegando al Cusco y a Machu Pichu y luego al leprosario de Huambo, en Lima conoció al médico Hugo Pesce, discípulo de José Carlos Mariátegui y miembro del Partido Comunista Peruano, que lo conduce al Hospital Portada de Guía, y al leprosario de San Pablo a orillas del Amazonas. Desde allí en el  Mambo-Tango llegarían a Leticia y a Bogotá en Colombia, y finalmente a Caracas Venezuela, donde Fuser decidió volver a Buenos Aires para terminar la carrera de medicina el 31 de julio de 1952, graduándose como médico en abril de 1953.

En su segundo viaje por Latinoamérica (1953-1954), Llegaría a La Paz Bolivia, seguiría por Puno, Cuzco y Machu Pichu, camino a Lima, de allí a Guayaquil Ecuador, entonces se decidió por ir hacia Guatemala para ver de cerca el proceso de Jacobo Arbenz. Ernesto no volvería mas, luego de su estancia en Guatemala, ante el Golpe, su disposición de defensa del gobierno de Arbenz y la voluntad popular, lo llevarían a repensar la función del médico en América latina, terminaría este viaje exiliado en México.

En México mantuvo reuniones organizativas con el grupo de cubanos moncadistas y allí conocería a Raúl y a Fidel Castro, Ernesto seria bautizado como el Che, fue invitado y decidió unirse al Movimiento 26 de Julio como médico del grupo en acción de guerra de guerrillas.

Para este momento Ernesto ya había formado pareja y fruto de esta unión nació su primera hija Hildita, pero lejos estaba, de asumir un rol conservador, su decisión era de entregarse a la causa por la construcción de una sociedad más justa y mejor.

Luego de entrenamientos, preparación organizativa y hasta el arresto del grupo, emprendió desde el Puerto de Tuxpan México, junto a 82 hombres uniformados embarcado en el Granma, distinguía Che el médico, tras siete días de travesía, desembarcaron penosamente y tres días más tarde fueron emboscados y diezmados por las tropas militares en Alegría de Pio, cuenta la historia que solamente doce combatientes se reorganizarían y reiniciarían la lucha, en el cordón montañoso de la Sierra Maestra. El desempeño del Che, le exigía más allá del ser médico, y fue entonces que se resolvió como combatiente.

Y del desempeño combatiente y organizativo, demostrado al mando de un pequeño grupo designado para asegurar a los heridos, Ernesto Che Guevara sería nombrado Comandante de la "Cuarta Columna" del Ejercito Rebelde, en verdad segunda columna que llevaba el rotulo de cuarta para sobredimensionar al ejército rebelde. El Comandante Che Guevara, se distinguiría, construyó y organizo una panadería, una zapatería, una armería, una talabartería, un hospital, y medios de difusión: el periódico El Cubano Libre y Radio Rebelde. Más tarde Fidel dispondría que el Che Guevara se hiciera cargo de la Escuela Militar en Minas del Frío, en la cual se adiestraba a los nuevos reclutas.

En agosto de 1958 la columna del Che atravesó 600 km de zonas pantanosas a pie hacia el occidente de cuba, hasta llegar al Escambray, instalando un campamento guerrillero creando una escuela militar para entrenar nuevos voluntarios, construyendo un hospital, talleres, fábricas y un periódico: El Miliciano.

En el ataque a Santa Clara, último bastión del gobierno antes de La Habana, el Comandante Che Guevara al mando de 350 guerrilleros tomaría la ciudad resguardada con 3500 soldados, en una batalla sangrienta que duro tres días, deteniendo la llegada de un tren blindado con munición y refuerzos, que junto al acecho del Ejercito Rebelde desencadenaría la huida de Batista.

Iniciado el gobierno revolucionario, el Comandante Ernesto Che Guevara fue designado como responsable de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, luego como Director del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), Ministro de Industria y presidente del Banco Nacional; trabajando intensamente en las leyes que surgieron desde estas instancias, y actuando también como portavoz internacional. En todas estas acciones fue ejemplo vital de trabajo y disciplina militante. Su trabajo incansable por construir la revolución, convertiría en leyenda sus frases y palabras, y más aún sus actos.

El espíritu internacionalista del Che continúo proyectándose, e inmediatamente fue evidente su deseo de coordinar y promocionar la lucha socialista en diversos puntos de la geografía, contraviniendo posiciones como el de la convivencia pacífica que marcaban agenda en el ámbito revolucionario tradicional. Esto supuso un gran proceso de coordinaciones y apoyo a distintos intentos de construir la revolución latinoamericana, el Comandante se decidió por un mayor involucramiento ante la emergencia revolucionaria.

Tatu (el Che) en la República Democrática del Congo en 1964, junto a voluntarios cubanos (120) asumió la tarea de instruir, formar, fortalecer y apoyar la lucha del Comité Nacional de Liberación del Congo (CNL), para Tatú la experiencia resulto difícil y penosa, al punto de significar un punto de inflexión en las consideraciones sobre la conducción y la forma de desarrollar la revolución, sería solamente ante la ausencia de un liderazgo militar, que el contingente cubano se decidirá a participar directamente de las acciones, para asentar con firmeza los principios pedagógicos que establecían, pero aún esto no revirtió las condiciones disolutas que habían hecho institución y norma entre los rebeldes congoleños, la retirada fue inevitable.

La empresa internacionalista se hallaba en pleno desarrollo, para este tiempo ya se habían tomado contactos de apoyo y coordinación en todo el continente latinoamericano, y también se entrenaban voluntarios, bajo la atenta mirada del Comandante, el desarrollo de la Conferencia de la Tricontinental en 1966 y la presentación del Mensaje del Che para el evento, coronarían la construcción político ideológica que se encontraba en pleno apronte en Ñancahuazú Bolivia.

El 4 de noviembre de 1966 arribaría a La Paz Bolivia el Dr. Mena (última identidad clandestina del Che). Ñancahuazú sería el escenario para el encumbramiento de un proyecto de lucha continental, que en el marco de la formación del Ejército de Liberación Nacional, encubriría un trabajo y articulación meticulosa de consideraciones, que aspiraba a superponer fronteras.

Y pese a que la historia nos legaría amplios pasajes de la sinuosa lucha que culminaría el 9 de octubre de 1967, disminuida queda la magnitud de la planificación y proyecto, que solo atisba en la consideración de sus múltiples escenarios de combate ante la irrupción insurgente en Teoponte (Bolivia en 1970) y la proyección sobre el Chapare boliviano, en la concepción de una lucha de largo plazo, en su referencia continua a la necesidad del trabajo conjunto e integrador de amplios sectores de la población y las tendencias políticas, y en la posterior formación y articulación multinacional sobre su ideario y directriz de la Junta de Coordinación Revolucionaria, pero fundamentalmente para la militancia revolucionaria, es atemporal y estará siempre presente ante la memoria persistente de su figura, ejemplo y sus palabras.

Victoria o Muerte


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