Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Por: Claudia Espinoza I.
El 21 de febrero entra a la historia política de Bolivia como una fecha emblemática. Rumbo a ese escenario, fuerzas de gobierno y opositoras organizan una pulseta que definirá la hegemonía de un imaginario: #DíaDeLaMentira o #BoliviaDijoNo.
Las Redes Sociales constituyen uno de los espacios que contribuirá al cometido, visto que estamos en la era de la política 2.0. A esta altura ya se disparan etiquetas que bifurcan sentidos como las ya mencionadas, pero también complementarias como #NosMintieron #DefendamosLaDemocracia #CartelDeLaMentira y en la otra ciberesquina #NoMasDobleMoral #MiVotoSeRespeta #LasCallesBolivia.
El gobierno sostiene una campaña institucional en la que los medios estatales posicionan el hashtag #21FDiaDeLaMentira y difunden materiales con un recuento de los hechos que rodearon el referéndum del 2016, desmintiendo a Carlos Valverde, quien se hizo ícono de la oposición al divulgar la noticia falsa del hijo de Evo Morales. Es una campaña con una identificación transparente, cuyo objetivo busca demostrar a la población votante que el caso Zapata influyó de forma negativa en el resultado que dio victoria al No —por una diferencia mínima— frente al Sí a la repostulación del Presidente en 2019.
La oposición, por su parte, se viste de colectivos ciudadanos, difunde materiales anónimos, convoca a concentraciones callejeras e incluso usa medios masivos como el caso de Radio Líder para repetir machaconamente los jingles “Qué bueno que ya se va” y “Mi voto por el No”. Al no tener una identificación, se supone que ¿se trata de la posición editorial de la radioemisora?
En esta carrera de la política 2.0 se advierte, además, otras características. La fuerte incidencia externa en la campaña #BoliviaDijoNo. Varias cuentas de twitter provienen de Estados Unidos, España, Brasil, Argentina y Chile. Esta articulación internacional también se constata en ciertos videos que circulan por las RRSS y cada vez con más frecuencia en grupos de whasapp.
Ya en la aplicación de las estrategias y las tácticas, los operadores del No “contaminan” la etiqueta gubernamental invirtiendo el significado del #DíaDeLaMentira. Con esto, suman vistos a la etiqueta oficial pero a la vez también a #BoliviaDijoNo”.
Y mientras transcurre el tiempo hacia el #21F, sigue en aumento la cantidad de cuentas nuevas que aparecen en especial en twiter y facebook. Una disputa que pugna por quién logra más followers, fans, retweets, conversaciones y compartidos.
Pero la disputa simbólica no sólo será virtual. El “día D” tendrá un fuerte componente de movilización en las calles. Ahí se verá si la realidad supera a las Redes Sociales o viceversa.
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