Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
El monocultivo, la deforestación, el uso de agroquímicos, el cambio climático y la desaparición de depredadores naturales propiciaron el ataque de la plaga de langostas que actualmente afecta a 800 hectáreas del municipio de Cabezas en Santa Cruz, explicó el director de la ONG Probioma, Miguel Ángel Crespo.
"El modelo del monocultivo, de soya, sorgo y maíz requiere grandes cantidades de agroquímicos que han ido afectando a la fauna y microfauna que son los controladores naturales de las langostas”, precisó.
Estas especies de aves, reptiles, anfibios e insectos atacan a las langostas en sus primeras etapas de vida, manteniendo a raya el desarrollo de la plaga; sin embargo, al haber sido desplazados por el uso de agroquímicos no pueden cumplir su función.
Por otra parte, la deforestación ha generado la migración de diversas especies de animales a zonas más alejadas de los cultivos.
Sumado a esto, el cambio climático, que ha generado sequías e inundaciones en la zona generó un ambiente propicio para el desarrollo de las langostas.
Según el investigador, la plaga se originó de manera autóctona y al no ser controlada por las especies depredadoras se produjo una superpoblación de este vector en un tiempo relativamente corto.
"Estos animales ponen 5.000 huevos cada uno, y sin control pueden volverse millones en un periodo de tiempo bastante corto”, refirió.
Probioma desarrolló hace 18 años procedimientos para controlar plagas, basados en microorganismos que atacan a los insectos directamente, sin generar impactos ambientales o sociales. "Ahora los productores en su desesperación están fumigando con lo que sea, lo que va a generar un impacto negativo. Nosotros proponemos el uso de un control biológico que no generará ninguno de esos efectos”, advirtió Crespo.
La solución desarrollada por Probioma consiste en "enfermar” a las langostas con microorganismos que cortan su ciclo natural, haciéndolas incapaces de reproducirse.
Ayer, el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) reportó 800 hectáreas de maíz y sorgo afectadas por la plaga en comunidades del municipio de Cabezas, Santa Cruz, y activó acciones para contrarrestar el problema.
"Esas afectaciones han ascendido a las 800 hectáreas; sin embargo, estamos previendo todas las acciones para contrarrestar el avance de esta plaga”, sostuvo el director del INIAF, Carlos Osinaga, quien sostuvo una reunión con la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente.
El Gobierno, a través del Senasag, comenzó el miércoles tareas de fumigación en las zonas afectadas por la plaga que amenaza extenderse a otros puntos.
y Twitter: @escuelanfp
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