Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Enero
de 1966, La Habana: Los pueblos y dirigentes políticos revolucionarios del
Tercer Mundo se reúnen en la llamada Conferencia Tricontinental, organizada por
Ernesto Che Guevara, Fidel Castro, Ho Chi Min, Amílcar Cabral y Mehdi Ben
Barka. Desde la conferencia de los no-alineados en Bandoung en 1955, los
movimientos de liberación nacional proliferaron sin conseguir la creación de un
frente común internacionalista y anti-imperialista. La conferencia de La Habana
apuntaba en aquel entonces a rebasar aquella carencia sobrepasando las
diferencias ideológicas uniendo a todos los pueblos y a todos los movimientos
en lucha. ¿Cuál ha sido el legado que nos ha dejado la Tricontinental y por qué
volver a hablar de ella hoy en día? El Diario de Nuestra América ha
entrevistado a Said Bouamama, autor del libro “La Tricontinental: Los pueblos
del Tercer Mundo al asalto del cielo”, con el fin de profundizar sobre los
elementos clave de aquel acontecimiento histórico.
El Diario de Nuestra América: En 1966, en
el momento de la conferencia Tricontinental, el mundo se encontraba en plena
guerra fría, es decir, en un momento histórico decisivo. Por otro lado, la
situación está al rojo vivo en el llamado “Tercer Mundo” debido al surgimiento
de movimientos de liberación nacional ¿Cuál es el lugar de la conferencia
Tricontinental en medio de toda esta coyuntura histórica?
Said
Bouamama: El proyecto de la conferencia Tricontinental aparece en un contexto
marcado efectivamente por la guerra fría pero también por la transición del
sistema colonial al sistema neocolonial. La lucha armada en países como Kenya,
Argelia, Cameroun, Angola, etc…ponen en guardia a las potencias coloniales
frente a un posible alineamiento generalizado, lo que las arrastra a promover
procesos de independencia ficticios, manteniendo así la dependencia existente.
El proyecto Tricontinental madura entonces en un contexto en el que quedan en
evidencia las “traiciones” de los nuevos estados aparentemente independientes
contra la lucha de los pueblos. Por ejemplo, Lumumba fue asesinado gracias a la
complicidad de algunos de estos estados. Por otro lado, Francia defendió en la
ONU la guerra sucia de Argelia gracias al apoyo de estos estados africanos
llamados “independientes”.
Una
nueva conciencia militante surge gracias a esta situación: en primer lugar, ya
no se trata de que cada pueblo dominado se enfrente a una sola y única potencia
colonial, al contrario, ahora deben enfrentarse al imperialismo, es decir, a todo
un sistema de dominación a nivel mundial; en segundo lugar, ya no se trata
únicamente de luchar por una independencia de tipo político, sino de luchar para lograr una independencia
económica real; todas estas transformaciones de conciencia política permiten el
acercamiento a las luchas que se están llevando a cabo en America latina, donde los pueblos se
enfrentan desde hace décadas al nuevo rostro de la dominación imperialista, a
saber, el neocolonialismo. Todas estas luchas en los tres continentes se
desarrollan al mismo tiempo, y como consecuencia de esto se constituye el
proyecto de una lucha común Tricontinental. Si bien es cierto que la
Tricontinetal fue promovida por “líderes” como Fidel, Ben Barka, Ho Chi Min,
Cabral, el Che, etc…debemos pensar también que la situación mundial había
llegado a un momento donde era inevitable la creación de un frente de lucha
común.
Para los pueblos que estaban en lucha en
aquel momento, La Tricontinental abrió una nueva ola de esperanza, ¿Constituyó
también un peligro real para las élites y las potencias imperialistas?
El
sistema imperialista mundial se había enfrentado en muy pocas ocasiones a un
frente unido de esa importancia, por lo que sí había un peligro real. Conocemos
muy bien las reacciones que tuvieron todas las potencias imperialistas del
momento, tanto las fuerzas políticas que defendían al sistema capitalista, los
propios Estados o los grandes medios de comunicación dominantes. Fruto de esta
amenaza se desarrolló una estrategia global con la intención de destruir por la
violencia las bases humanas y políticas de aquel proyecto de solidaridad
intercontinental.
La
contra-revolución funcionó de cuatro formas diferentes: primero, asesinato de
decenas de líderes y miles de militantes; segundo, apoyo y promoción de golpes
de estado contra regímenes progresistas; tercero, ofensiva propagandística
inédita (apoyo a ONG instrumentalizadas, prácticas de “formación” en los USA o
Europa para sindicalistas, militantes
asociativos o políticos, becas de estudio etc…); Y cuarto, creación y
formación de servicios secretos en los “países amigos” y grupos paramilitares
contra-revolucionarios en los países hostiles.
Nunca
habíamos conocido una contra-ofensiva tan amplia y dotada de unos medios
financieros tan elevados desde la revolución de 1917. Las potencias
imperialistas nunca se habían unido de una manera tan sólida frente a este
“enemigo común” que constituía la Tricontinental.
El contexto internacional no ha cambiado
mucho Desde los años 60 ¿Sigue siendo hoy legítimo hablar de la existencia de
un Tercer Mundo?
En
cierto sentido, el contexto ha cambiado completamente pero también ha
continuado siendo el mismo. Las formas han cambiado, pero no el fondo. Lo que
cambia son las condiciones del combate y no el combate en sí mismo. Ha habido
cambios como la desaparición de los “países del Este” que han supuesto el fin
del desequilibrio bipolar surgido de la segunda guerra mundial, y esto
dificulta más la lucha de los pueblos. También ha habido una aparición de un “Sur
dentro del Norte” en los países dominantes debido a su empobrecimiento, y
también un “Norte dentro del Sur” en los países dominados debido a la aparición
de clases dominantes enlazadas con el imperialismo. Sin embargo, los países que
dominan el sistema económico siguen siendo los mismos que antes, y los que
tienen economías dependientes también. De igual forma, siguen existiendo los
mismos mecanismos que se encargan de promover la dominación (Intercambio
desigual, mecanismo de la deuda, imperialismo cultural etc…). Los pueblos de
África, Asia y América Latina siguen todavía hoy enfrentados al mismo dominio
de entonces, a los mismos enemigos, al mismo sistema imperialista. En este
sentido queda una “comunidad de destino” y una base material para el llamado “tercer
mundo”.
Teniendo en cuenta la situación que
encontramos hoy en el “Tercer Mundo” ¿Piensa que hoy en día sería imaginable la
reconstitución de una nueva Tricontinental?
Nunca
se reproducen de forma idéntica los modelos de luchas emancipatorias. Cada
experiencia es fruto de los contextos y de las posibilidades de una época, y
las de hoy ya no son las mismas de las que hubo en la década de los 60 y 70.
Sin embargo, seguimos enfrentados a las mismas dificultades y a los mismos
enemigos, y seguramente a corto o a largo plazo podemos esperar que esta
situación nos lleve a nuevos ejemplos de solidaridad Tricontinental. Tenemos
experiencias emancipadoras recientes, cuyos líderes (Sankara, Chavez, Morales
etc…) siempre han hablado de una unidad necesaria de las luchas de los tres
continentes. Por eso la importante repercusión que ha tenido en África algunas
experiencias como el ALBA. Inevitablemente esto nos llevará a nuevas experiencias
de luchas comunes, y quién sabe si a una Tricontinental del siglo XXI.
¿Cuál sería el interés que tendríamos en
conocer la historia de la Tricontinetal en el contexto europeo actual,
caracterizado por la crisis de valores?
La
historia de la igualdad y la emancipación se va construyendo a largo plazo. Se
va formando poco a poco, con avances y retrocesos, con victorias y derrotas
que, en el transcurso de la historia han ido dibujando un progreso innegable,
cuyas etapas han sido la abolición de la esclavitud, la abolición de la
colonización directa, del apartheid etc…Las clases dominantes están muy
interesadas en borrar de nuestra memoria los momentos que ha habido de
ofensivas, avances y victorias de los pueblos y de las clases dominadas. Lo que
suele decirnos la ideología dominante sobre la pobreza, las guerras, y los
dramas que afectan a los pueblos de los tres continentes, es que simplemente se
deben a cuestiones culturales. Así se encargan de ocultar las causas sistémicas
fundamentales sobre cuestiones económicas, políticas y culturales. Y así,
tratan de difundir un sentimiento de impotencia y fatalidad para desarmar y
desanimar a la lucha. Contra esto es muy importante conocer las luchas que ha
habido en el pasado, es un poderoso antídoto. Y debe ser uno de los factores
importantes para la contra-ofensiva de los dominados.
¿Por qué la Tricontinental le dio tanta
importancia al desarrollo de su identidad a través de la creación de visuales y
carteles de gran calidad artística?
Este
material de lucha tiene una importancia primordial ya que tienen la voluntad de
llegar al pueblo y no solamente a las “élites”. A través de la pancarta, el
dibujo, el cine etc…lo que se pretende es llegar a las masas populares y no
solamente a los militantes organizados. También se pretende recalcar la
importancia que tiene el combate cultural como parte fundamental de la lucha
social y política. Prueba de ello tenemos la utilización de iconografía popular
en las pancartas (armas tradicionales, ropa tradicional etc…). En este sentido
se trata de luchar contra la tendencia de “desvalorización de uno mismo” y la
“vergüenza de uno mismo”, sentimiento que trata de difundir el sistema de
dominación para legitimarse y perpetuarse.
¿Qué pueden aprender las nuevas generaciones,
particularmente las de los países del sur, acerca de este periodo histórico?
En mi
opinión, las nuevas generaciones tienen mucho que aprender de la experiencia de
la Tricontinental. Aquella experiencia puede ayudarnos a no volver a reproducir
algunos errores que se cometieron. Sin embargo, muchas de las adversidades que
se encontraron en aquellos tiempos siguen siendo las mismas hoy en día, y por
eso pueden constituir una valiosa ayuda ya que estas han sido confrontadas,
reflexionadas y teorizadas en el momento de la Tricontinental. Encontramos
también una dimensión subjetiva importante. El conocimiento de las luchas
pasadas crea las condiciones subjetivas de una esperanza y una voluntad
política, contribuye a romper el sentimiento de impotencia paralizante para
crear un sentimiento de potencia colectiva y solidaria. Así pues, conocer el
pasado nos permitirá situar en el buen lugar la escala de la lucha que debemos
llevar a cabo. La ruptura con la dependencia solo es posible a través de la
existencia de una solidaridad Tricontinental. Las victorias de las fuerzas
populares en un país no bastan para hacerla irreversible. La solidaridad
Tricontinental forma parte de las condiciones de emancipación en cada uno de
los países. El internacionalismo no es una opción sino una necesidad.
Más
allá del renombre póstumo de algunas personalidades como el Che o Ben Barka,
sus ideas y aquellas de otros pensadores revolucionarios son todavía
relativamente poco conocidas. ¿Cuáles fueron los ejes principales de su visión
del mundo?
Me
sería imposible resumir en unas pocas líneas la riqueza de los aportes de estas
personalidades tan importantes en la historia de la Tricontinental. Pero
podríamos citar algunas algunos: 1) Entendimiento de la dominación como un
sistema mundial y global, que necesitaría a su vez de una solidaridad mundial
de las clases y de los pueblos dominados; 2) Análisis de los mecanismos
contemporáneos de dependencia que siguen siendo todavía los mismos (deudas,
cooperación etc…) 3) Comprensión de la independencia y de la soberanía
incluyendo las dimensiones económicas y culturales; 4) Análisis de la
constitución de nuevas clases después de las independencias que nos llevarían
no solo a luchar contra el imperialismo sino también contra estas clases sociales
internas ligadas al mismo; 5) Una teoría de la necesidad de una “Violencia
revolucionaria” en algunos de los contextos; 6) Comprensión de la dominación
cultural como eje principal de la reproducción del sistema de dominación;
etc…Podríamos poner muchas otras aportaciones en evidencia, pero estos son
suficientes para mostrar que los actores de la Tricontinental llevaban un
proyecto global de ruptura total con el sistema imperialista.
Entrevista
realizada por Alex Anfruns / Raffaele Morgantini para el El Diario de Nuestra
América
Traducción
: Enrique Cebrian
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