Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
El 21
de febrero de 2016, el Proceso de Cambio en Bolivia sufrió su primera derrota electoral
significativa en el referéndum que planteaba la modificación al artículo 168 de
la Constitución Política del Estado, que limita la posibilidad de reelegir al
presidente y vicepresidente por una vez de manera consecutiva. La modificación
planteaba habilitar la reelección por dos veces de manera continua. El
resultado del referéndum en términos generales fue el siguiente:
(Fuente,
Tribunal Supremo Electoral)
En esa
tabla se observa el mayor abstencionismo (16%) de los últimos años.
Desglosando
los datos del gráfico en relación a la cantidad de votos Blancos, Nulos y la
cantidad de personas que se abstuvieron de votar tenemos respecto al total:
Este
sin duda es el dato más exacto para demostrar que no es cierto que al menos la
mitad de Bolivia haya dicho No en el referéndum, lo que sucede es que para el
cómputo de votos no se toman en cuenta las abstenciones, los votos blancos y
nulos. Este gráfico muestra que fue el 41% de la población que podía votar que
marcó su voto negativamente a la reforma constitucional.
Ahora
veamos las razones de la votación:
El margen
de votación por el No representa a quienes no estaban de acuerdo con la reforma
constitucional, pero incluye también a quienes se desencantaron por los
distintos errores cometidos en la gestión, denuncias de corrupción, crítica de
soberbia, situación económica. A esto se sumaron otros factores que tuvieron
que ver con la campaña por el SI, la fecha por ejemplo, que no era la adecuada
para los bolivianos que viven fuera del país, en especial para quienes residen
en Argentina que en esos meses vienen de visita a Bolivia y retornan en marzo, e
incluso errores de campaña como el uso para la opción por el SI de un color
distinto al del Movimiento Al Socialismo.
En este
resultado tenemos dos elementos importantes, por un lado una diferencia muy
reducida del 2% entre la votación por el SI y el No, y la campaña sobre el caso
Zapata, que fue iniciada por el “periodista” Carlos Valverde, quien semanas
antes del referéndum denunció tráfico de influencias a partir de una relación
sentimental que hubo entre Evo y Zapata, quien era funcionaria de la empresa
china CAMC. Fundamentalmente la campaña se centró en la existencia de un
supuesto hijo, con una serie de mentiras y una operación mediática muy
trabajada contra la imagen del presidente, ese fue el factor decisivo para el
resultado final a favor del No y del abstencionismo, que en el último tramo de
la campaña volcó la tendencia del voto que era favorable al Si en las encuestas
previas.
Desde
esa campaña, la mentira como método de hacer política sigue vigente y hoy la
oposición maneja otro argumento mentiroso: “Bolivia dijo No”. Como vimos en los
primeros cuadros quienes votaron por esa opción no llegan a la mitad de la
población.
Nada se
podría rebatir si la diferencia fuera mayor y en ese caso no tendría fuerza la
posición de los movimientos sociales que plantean rediscutir una nueva
postulación.
El soberano no puede estar condicionado por
la mentira
La soberanía
se ha construido en base a la idea de que el soberano es quien puede decidir
sobre sí mismo y su destino sin sometimiento a nadie. En la Edad Media se entendía
que el soberano era el rey, porque él podía disponer sobre las leyes; sin
embargo, la lucha contra ese sometimiento desplazó el sentido de soberano hacia
el pueblo, constituido en el único sujeto social que puede modificar cualquier
ley y decidir sobre su futuro sin sometimiento alguno.
Esto
ayuda a comprender por qué se considera al pueblo como el Soberano.
Ahora
bien, el Soberano, es decir el pueblo, tiene plenas potestades de cambiar las
leyes y eso fue lo que hizo con la Asamblea Constituyente en Bolivia, en la que
además de la refundación del Estado se planteó el tipo de sistema político que
quería para su vida política, con un modelo que no ponía límites a la reelección,
ya que la limitación a postularse al cargo de presidente no puede estar sobre
el derecho de elección del pueblo. Sin embargo, el poder político de los
representantes de la derecha que en aquel momento tenían la mayoría en la
Cámara de Senadores, inviabilizó la aprobación de la Constitución tal como fue
redactada por la Constituyente, empujando a una negociación en la que se
modificó casi una cuarta parte del texto constitucional aprobada por los
constituyentes.
Uno de
esos cambios fue la incorporación de un límite a la reelección del presidente y
del vicepresidente, aspecto que para la derecha fue su gran logro. Entonces esa
parte de la constitución dejó de ser voluntad del soberano y se convirtió en
expresión de la voluntad de los partidos de derecha que pusieron esa barrera
sobre la voluntad del constituyente.
Es
cierto que hubo un resultado en el referéndum del año pasado, sin embargo,
cuando una decisión está viciada a través del engaño esa decisión es reversible,
puesto que fue inducida por mentiras sistemáticas. Este es un principio base en
la teoría de la voluntad en la ciencia del derecho.
Ahora
lo que una parte importante de la población boliviana organizada en movimientos
sociales está pidiendo es rediscutir una decisión que tuvo como elemento
decisivo el engaño, eso es lo que representó el 21 de febrero de 2016. Ante
esto no tendría que haber limitación, ya que se cometería una injusticia si una
decisión viciada fuera inamovible y lo que en justicia corresponde es revisarla.
Este
antecedente es importante, ya que de no darse la posibilidad de corregirla y
volver a preguntarle al soberano, se estaría convirtiendo a la mentira
generalizada en una manera de hacer política y luego de conseguir un resultado
con engaños cualquiera podría argüir que no se puede cambiar esa decisión, aunque
en el fondo esté viciada en su elemento fundamental, la voluntad, la cual no
puede considerarse libre ni plena por haber sido inducida a través del engaño. Si
no existiera la posibilidad de cuestionar una decisión no habría sentencia en
la justicia que pudiera ser apelable, incluso si a alguien le hicieran firmar o
aceptar algo a través de la violencia o el engaño se cometería una injusticia,
al no poder cuestionar esa decisión que no contaba con el ejercicio de la voluntad
plena y libre de quien decide.
Esa
decisión puede ser verificada a través de un nuevo referéndum o en las mismas
elecciones del año 2019 con una nueva postulación del compañero Evo. En ese momento
la población ejercería el derecho de decidir si está o no de acuerdo que siga
siendo presidente.
La
mentira sistematizada no puede ser el modo de hacer política, porque significa vendar
los ojos de la voluntad del pueblo, y quien lo haga lo podría conducir por
cualquier camino incluso contra los verdaderos intereses populares.
Por
ello las propuestas de los movimientos sociales lejos de ser autoritarias son
profundamente democráticas por que no cierran la posibilidad de decidir del
soberano.
Por
último, desde la militancia del Proceso de Cambio es importante entender todos
estos factores, corregir los errores, ser rápidos y ejemplares al momento de
enjuiciar los actos de corrupción, transparentar más la gestión, unificar y fortalecer
al Bloque Social Revolucionario, y no dejar que la derecha gane en el espacio
de lucha de los movimientos sociales que son las calles y las movilizaciones.
Síguenos en Facebook: Escuela Nacional de Formacion Politica
Integrante de la Escuela Nacional de Formación Política
y Twitter: @escuelanfp
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios