Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Por: Alejo
Brignole
El 23 de febrero. 57 firmantes
presentaron una Carta Abierta en rechazo a la Ley General de la Coca
sancionada por la Asamblea Legislativa Plurinacional, el pasado mes de febrero.
No obstante, el diario Página Siete dijo en su edición del 1 de
marzo que fue suscrita por 147 intelectuales, agregando el sustantivo
"intelectuales" para dar más consistencia al documento, aunque muy
pocos de sus signatarios podrían encuadrarse en esa categoría, si los analizamos
por actividades académicas, publicación de libros, etc.
Entre otras cosas, el texto de la carta
asegura y da por ciertas las palabras del representante de la UNODC en Bolivia
(Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito). Antonino De Leo.
Este funcionario diplomático de las ONU afirmó en una
entrevista con ERBOL Radio, que según el estudio de UNODC habría casi un 92% de
la producción de coca que no pasó por las vías legales ordinarias de venta y
distribución. Pero si consideramos que la Oficina de Naciones Unidas contra
la Droga el Delito es un organismo absolutamente cooptado por la DEA y actúa
según las planificaciones estratégicas de ésta, y de otras agencias estadounidenses,
poco podemos esperar de la objetividad del funcionario, cuya misión fundamental
aquí es, ante todo, instalar la difusa idea de que la Revolución Indígena está
contaminada por intereses subterráneos ligados al narcotráfico. Nada dice la
UNODC sobre el tráfico de opio llevado a cabo por la DEA y otras agencias en
Afganistán, país que triplicó la producción de adormidera (la planta de la que
se extrae la sustancia base de la morfina) a partir de la invasión estadounidense
en 2001.
Hoy la producción afgana, tutelada
militarmente por Estados Unidos, representa el 75% de la producción mundial.
Con los excedentes de esa vasta producción. EEUU financia atentados,
operaciones encubiertas y presupuestos clandestinos de agencias
varias. Sin embargo ningún organismo de la ONU
lo denuncia o somete a debate. Tampoco Antonino De Leo, como cabría operar y ya
sabemos.
La Carta Abierta contra la nueva Ley
General de la Coca también cita un estudio de la Unión Europea
sobre la demanda de consumo interno de hoja de coca en Bolivia, que quedaría
cubierta con 11.000 Tm. anuales. Lo que convertiría en excedente las otras
8.000 Tm. que autorizar la nueva ley. Sin embargo la idea no es achicar las
posibilidades de un cultivo ancestral, sino ampliar sus usos, industrializarlos
y hallar nuevos valores agregados legítimos parta una producción que debe ser
fuente de riqueza y trabajo para el campesinado boliviano.
Que haya excedentes no significa que
vaya a parar a manos de traficantes, aunque tal goteo exista. Ni siquiera
Estados altamente burocratizados y tecnificados como Suecia, Japón o Canadá logran frenar
la fabricación de estupefacientes, y esa variable también está presente en Bolivia.
Podríamos mencionar a cualquier otro país: Francia, Malasia o España. El fenómeno del narcotráfico es transversal y
a todos nos afecta.
Por fortuna, también es falaz la afirmación
de la carta sobre la "endeble burocracia estatal" del Estado Plurinacional
para controlar las grietas del narcotráfico, cuando en realidad hoy el gobierno
boliviano logró por primera vez en su historia el control total y efectivo de
sus fronteras, y mejor aún, de los funcionarios de su burocracia administrativa.
Bolivia ha sido consuetudinariamente un
coladero para el intervencionismo y el espionaje estadounidense, para el narcotráfico auspiciado por
los propios gobiernos neoliberales al servicio de Washington y para las
operaciones ilegales de la DEA, que es un organismo narco por excelencia. Y
ésta no es una apreciación política o ideológica, sino fáctica y operativa, demostrable
con multitud de documentos, libros e investigaciones periodísticas de gran
seriedad en todo el mundo.
La Carta Abierta también intercede por los
pueblos originarios amazónicos, cuya expansión del cultivo de coca les afectaría. ¿Ahora resulta que los marginadores
de siempre son defensores de los que ya están muy bien defendidos por un gobierno Indígena? Esta afirmación
sobre el peligro eventual en las comunidades originarias también es falaz, por
cuanto Bolivia es un Estado sub-explotado en términos agrícolas. Con una superficie
que triplica la mayoría de los países del mundo, puede expandir aún mucho más
sus cultivos, incluidos los de coca, sin afectar sus equilibrios domésticos.
También los firmantes del
tendencioso documento apelan al peligro de posibles sanciones internacionales
por la promulgación de la nueva ley, que ubicaría a Bolivia como nación
promotora del narcotráfico y sus males aleatorios (terrorismo, tráfico de
armas, etc.). Así, los autores de esta declaración desestimable quizás no advirtieron
que eso es precisamente lo que el mundo rico ha intentado hacer desde la
inauguración del Estado Plurinacional: desviar los logros políticos y sociales
de un cambio histórico, para someterlos a un escrutinio internacional
ideológicamente enfrentado, que siempre desprestigia y difama cuando el rumbo
de un determinado país no es el que sigue la hoja de ruta capitalista. El
fantasma del narco-Estado persiguió a Bolivia desde siempre. La diferencia es
que durante los gobiernos de Hugo Banzer, de Tuto Quiroga, o Sánchez de Lozada,
las sospechas estaban confirmadas. Con Evo Morales no hay resquicios por donde
mirar, o siquiera sospechar.
Y para rematar este compendio de razones
desdibujadas, de argumentaciones que se diluyen en su propia estructura, el
documento afirma que la nueva ley va a beneficiar a una "pequeña
proporción de productores agrícolas de Bolivia, que ni siquiera aportan al erario
nacional". A esta última deslegitimación del campesino, llena de menosprecio
y desconsideración social, habría que replicarla diciéndole a los firmantes:
los campesinos soportaron la represión ilegal, las torturas de agentes
extranjeros y los helicópteros de la DEA durante décadas. Sumaron muertos y
desaparecidos. Hoy les llegó la hora de trabajar en libertad y en paz con reglas
claras. Y si alguno delinque, para eso existe este Estado fuerte, soberano y férreamente
decidido a llevar el control democrático de todo lo que sucede bajo su bandera.
Y para concluir... Gracias por la Carta Abierta, señoras y señores firmantes, pero no dice nada relevante para nadie.
Y para concluir... Gracias por la Carta Abierta, señoras y señores firmantes, pero no dice nada relevante para nadie.
y Twitter: @escuelanfp
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