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El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

“Nuestra principal meta continúa siendo el sistema único de salud gratuita”

Entrevista a Ariana Campero, ministra de Salud del Estado Plurinacional de Bolivia
Con 28 años de edad, la Dra. Ariana Campero pasó a ser la ministra más joven de la historia de Bolivia cuando, en enero de 2014, el presidente Evo Morales le pidió ocupar la cartera de Salud.
Luego de sortear un paro médico, hace un paréntesis en su apretada agenda para recibir al equipo de Correo del Alba en su despacho y, al calor de un mate, nos invita a que literalmente la interroguemos sin restricciones.
En la pared que le flanquea por la izquierda encontramos un mensaje del médico y presidente chileno Salvador Allende a las juventudes y, a sus espaldas, una estatuilla de Hugo Chávez. Las cámaras y grabadoras se encienden y Campero decide, para no entorpecer nuestra labor, apagar unos minutos la música de fondo que intercala la guitarra de Viglietti con la poesía de Benedetti. De inmediato le comento que comenzaremos a preguntarle sobre temas coyunturales, para dar paso a un balance de su gestión.
Desde hace unas semanas en el Parlamento, en el marco de la elaboración del nuevo código penal, se sostiene una discusión referida al anteproyecto de ley que plantea la ampliación de  las causales de interrupción del embarazo. ¿Cuáles son las causales que actualmente se aplican y cuáles las que se busca incorporar?
Las causales que están vigentes han sido aprobadas por la sentencia constitucional no. 206 del Tribunal Supremo, y establecen los casos de violación, estupro, riesgo inminente de muerte de la madre o alguna malformación incompatible con la vida. El actual proyecto desea ratificar en el código penal esas causales ampliándolas con otras cinco. A esto el colegio médico se ha opuesto indicando que no podemos privar el derecho a la objeción de conciencia al médico, pero el anteproyecto es claro, habla del sistema nacional de salud, o sea que si un médico de manera personal quiere oponerse está en su derecho y se le tiene que respetar; la dirección del establecimiento de salud será la que tendrá que garantizar a esa mujer la realización del aborto.
Entonces, ¿cómo quedaría Bolivia en materia abortiva de aprobarse el anteproyecto?
El anteproyecto indica que hasta las ocho semanas de embarazos una mujer podrá abortar cuando se encuentre en situación de calle o pobreza extrema, no cuente con recursos para la mantención propia o de su familia, tenga tres o más hijos y no disponga de recursos para sostener a otro, y también cuando sea estudiante. Del mismo modo podrá interrumpir el embarazo, en cualquier etapa, con la finalidad de resguardar su propia vida, se detecten malformaciones fetales incompatibles con la vida, cuando el embarazo sea producto de una violación o incesto y cuando la embarazada sea una niña u adolescente.
¿Cuál es la real dimensión del aborto ilegal en el país? ¿A cuántas mujeres afecta, en términos de mortandad y/o secuelas crónicas?
La ilegalidad acarrea mayor ilegalidad, por tanto, como ministerio no se nos permite llevar un sistema de registro adecuado en la materia, los datos con que contamos son arrojados por estudios que hemos hecho en base a informaciones poblacionales. Un último estudio potencial poblacional nos ha permitido detallar el número de mujeres que han muerto en hospitales u otros establecimientos de salud y ambulancias, cifra que ilustra que la tercera causa de muerte materna en el país, equivalente al 13%, es por causa de un aborto.
Cifra aproximada ya que el tenor “ilegal” de la actividad les impide aproximarse con exactitud a lo que realmente ocurre.
Se estima que aproximadamente 115 mujeres al día llegan al sistema nacional de salud con complicaciones por haberse realizado un aborto ilegal en condiciones inseguras, sea porque se consiguieron las pastillas de misoprostol y, sin conocimiento ni control médico, las aplicaron y les causó hemorragias, o consumieron algún tipo de yerba abortiva, etcétera. En todo caso es una realidad, dentro del subsector público o de la seguridad social, el enmascaramiento de los abortos ilegales como si fueran abortos espontáneos.
¿Cuánto cuesta realizarse un aborto en Bolivia?
Entendemos que los precios varían. En una clínica puede llegar a costar 1.000 dólares, mientras que, en el mercado ilegal, cada pastilla de misoprostol se vende a 50 bs.
Según datos de IPAS, la edad media de iniciación sexual es de 13 años. Y, por dar otro dato, menos del 2% de los jóvenes de entre 12 y 24 años de las ciudades de La Paz y El Alto utilizan métodos preservativos. ¿Cuáles son las políticas que desde el gobierno se implementan para la educación sexual y promoción de métodos anticonceptivos y uso de preservativos con la finalidad de evitar el contagio del VIH, ETS y embarazos adolescentes?
En la seguridad social y en el sistema público existen normas que protegen a las personas que estén cubiertas. Por ejemplo, en el caso de las personas de la seguridad social tienen derecho a los anticonceptivos gratuitos. Las mujeres en edad fértil están protegidas por la ley 475, promulgada en la gestión del presidente Evo Morales, que señala que una mujer que requiera un método anticonceptivo puede acercarse a cualquier establecimiento de salud y pedirlo. Es un deber del Estado, a través de municipio o gobernación, resguardar ese derecho. Ahora, indiscutiblemente hay una satanización de la sexualidad en la juventud y de la relación sexual en la adolescencia. Anualmente tenemos 90.000 embarazos adolescentes, los que en parte se deben a que no hemos podido llegar de manera práctica y operativa, con métodos anticonceptivos y no sólo con charlas educativas, a estos grupos etarios; creo que hay un quiebre entre el sistema de salud y el adolescente.
¿Por qué se produce tal quiebre? ¿Por qué, por ejemplo, cuando uno entra a una universidad pública no encuentra una máquina dispensadora de preservativos?
Como Estado debemos llegar al adolescente para que pueda adquirir los métodos anticonceptivos, sobre todo condones, que es el que corresponde a esa edad. Pero no es un mero tema legal pues hoy un joven puede acceder gratuitamente a 12 condones mensuales, el problema está en que las prestaciones no se están efectivizando, no sé si por un tema comunicacional, por prejuicios u otras causas. En Bolivia 7 de cada 10 mujeres sufren violencia sexual, y el 60% de esas víctimas los padece en su hogar, siendo la mayoría adolescente o niña. Comento esto porque tampoco podemos ciegamente estigmatizar a los adolescentes por embarazos no deseados, hay un problema social real en cuanto a violencia de género.
De hecho, en una encuesta realizada a estudiantes de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), alrededor del 90% de las estudiantes acusó haber sido violentada por sus novios.
Es cierto, se ha llegado al punto en que a veces los maridos violan a sus esposas.
Uno de los programas emblemáticos de su gestión es “Mi salud”, ¿cuándo surge y con qué objetivos?
Sin dudas ese es el programa estrella del Gobierno porque llega a la gente de a pie ya que los médicos permanecen en los barrios y comunidades. Con el presidente Evo Morales se creó un nuevo modelo de atención llamado Salud Familiar Comunitaria e Intercultural (SAFCI), el que ha sido complementado, a partir de 2013, por el programa “Mi Salud”. La importancia de este programa es que concreta el anhelo de llevar un médico a las familias, quien, además, conoce la zona donde trabaja, realiza sala situacional y tiene un impacto efectivo en la atención de niños menores de dos años, personas con discapacidades, mujeres embarazadas, mujeres y hombres de tercera edad, a los que se les hace seguimiento y controles periódicos. “Mi Salud” hace suya la atención primaria comunal comunitaria y se implementa preferentemente en primer nivel.
¿En cuántos municipios?
En 307 de 339. Nos encontramos en plena fase de implementación, la que debe culminar con la cobertura total para el cumplimiento de la Agenda Patriótica 2025.
¿Cómo lo evaluaría en términos de resultados? ¿Cuál ha sido la recepción por parte de la población?
Es un desafío para nosotros evaluar el impacto real de “Mi Salud”. Por lo pronto puedo decir que en cuatro años se han hecho más de 11.4 millones de atenciones médicas, se han salvado 29.306 vidas, se han atendido 14.508 partos y se han realizado más de 20.000 papanicolaou a mujeres. Cualitativamente ha empoderado a la gente ya que los médicos de este programa tienen una estrecha interacción con los pacientes en los barrios, comunidades, en la ciudad y el campo.
¿Cuántos médicos trabajan en “Mi Salud”?
Trabajan 2.870 médicos a nivel nacional, algunos de los cuales, a través del programa, están repartidos en 25 comunidades indígenas, entre las que destacan las del Tipnis y otras guaraníes.
¿Cómo se complementan en la práctica los programas ministeriales con la medicina tradicional?
Ha sido interesante la relación de “Mi Salud” con la medicina tradicional ancestral y la interculturalidad porque varios de los médicos son oriundos de las zonas en que hoy trabajan; los que no, han tenido una gran capacidad de adaptarse a la forma y estilo de vida de las comunidades donde se les destina. En cuanto al complemento tenemos un viceministerio de medicina tradicional e interculturalidad y encaminamos proyectos de farmacopea y plantas medicinales. Aunque lo más importante hasta ahora ha sido el proceso de acreditación de los médicos tradicionales, amparados por un decreto reglamentario de la ley de medicina tradicional que establece qué especialidades tienen y cómo se los acredita. El Estado les reconoce oficialmente como hueseros, callahuayas, amautas, yerberos o parteras. Innegablemente es difícil generar una articulación sin roces entre la medicina tradicional ancestral y la académica.
Quisiera pedirle se pudiera referir a otros dos programas que se encuentran en ejecución: “TeleSalud” y “Sonrisas y vida sanas”.
Debo comenzar diciendo que somos uno de los países de la región que tiene uno de los programas de telesalud más exitosos, con mayor presencia territorial y sobre todo de alta complejidad. En Bolivia esta experiencia no se limita a teleconferencias sino que cuenta con dispositivos y software que permiten acoplar a ese equipo dispositivos médicos con el fin de que un mismo equipo pueda servir de ecógrafo, tenga su monitor de signos vitales y oftalmoscopio, lo cual permite al médico que está en la zona rural definir diagnósticos y derivar a especialistas, y, en caso que lo amerite, determinar la internación de un paciente en un establecimiento de tercer nivel. Todo este proceso nos posibilita ahorrarnos costos de transporte, acortar tiempos, entre otras ventajas. Hasta hoy, desde zonas rurales a la ciudad capital se han hecho más de 698.254 referencias e interconsultas con especialistas a distancia.
¿Cuándo comenzó la implementación de este programa?
El 2014 fue la primera fase, y se instalaron equipos en casi 30 municipios. Al año siguiente las instalaciones se extendieron a 150 municipios. Por último, el pasado año se logró la cobertura en los 189 municipios restantes.
¿Qué nos puede decir acerca de “Sonrisas y vida sanas”?
Como Ministerio de Salud tenemos más de 16 buses odontológicos que recorren distintas zonas rurales ofreciendo gratuitamente atención primaria que va desde la prevención y promoción a los niños –cómo lavarse los dientes adecuadamente–, curaciones de caries, prótesis a los adultos mayores –en seis años hemos entregado más de 22.615– para, de paso, elevar su autoestima mediante una sonrisa sana, su masticación. Este programa ha realizado más 981.000 atenciones y ha beneficiado a más de un millón de personas con las  actividades de promoción y educación.
¿Cuál es el balance que pudiera hacer, en materia de políticas de salud, del gobierno de Evo Morales? ¿Cree que hay un antes y un después del arribo del actual gobierno?
Efectivamente hay un antes y un después, aunque seguramente hay insatisfacción porque no hay gratuidad y reina una excesiva descentralización de la responsabilidad que a veces conlleva ineficiencia e inequidades, aun cuando no son voluntad del gobierno central. Durante el gobierno del presidente Evo Morales se han construido mil seis nuevos establecimientos de salud, que van desde centros de salud con internación, hospitales de segundo nivel, entre otros. Actualmente hemos diseñado un plan para construir hospitales de mayor complejidad, cosa nada de fácil por la falta de profesionales. En cuanto a ambulancias especializadas, en los dos últimos años hemos entregado 702, entre las que cabe destacar las de odontología, que realizan su labor en unidades educativas, barrios distantes en zonas urbanas y periurbanas. Otra cosa importante es la casi duplicación de ítems para el personal de salud en el sector público. En cuanto a nuestra principal meta, a lo que todos los programas se dirigen, continúa siendo el sistema único de salud gratuita.
Pero, ¿por qué no se ha hecho hasta ahora?
Porque depende de la fortaleza económica del país y de la capacidad resolutiva del sistema en tanto no se puede dar gratuidad sin tener la capacidad instalada para que la población sea atendida. Sería imperdonable que cayéramos en un círculo vicioso en el que a falta de hospitales tengamos que tercerizar o derivar al sector privado a los pacientes. Recientemente declaró que “ser ministra, mujer, joven, graduada en Cuba, soltera, rompe el esquema de la autoridad clásica”.
¿En qué le han beneficiado o perjudicado las condiciones a que hace referencia?
Sin duda alguna ser mujer es el trabajo más difícil que tengo. Mi mamá siempre decía que si un hombre trabaja una vez la mujer debe hacerlo tres para que se sienta el impacto de lo que hace. En mi caso es más complejo porque formo parte del gabinete presidencial, lo que representa una mayor responsabilidad de ejecución de proyectos y obras. Y, como vivimos en una sociedad machista y patriarcal, piensan que la mujer para poder llegar a un cargo jerárquico necesariamente tiene que haber tenido una relación sentimental con el jefe o con el inmediato superior, se resisten a comprender que una mujer joven pueda ser ministra. Ser graduada en Cuba también ha significado una traba al interior del gremio puesto que hay colegas que creen que hemos venido a quitarles el trabajo. A eso hay que añadir que en la Isla hay salud gratuita, lo cual genera cierta molestia en quienes siguen viendo la salud con ojos mercantiles. Muchos han hablado de mi soltería y mi vida personal, cuestión que no permito y no lo he permitido hasta ahora. 
Artículo publicado en la edición impresa de Correo del Alba N° 63.

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