Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Por: Julieta Paredes
La televisión es sin duda un elemento hoy indispensable en los hogares, en los domicilios de la gran mayoría de las familias. La tele constituye ese instrumento a través del cual se hace real aquel sueño dorado de las clases dominantes de poder manejar, a su antojo, las conciencias y la opinión publica de las denominadas masas.
La cadena de noticias CNN en español maneja permanentemente en sus emisiones dos discursos aparentemente contradictorios. Por un lado se dedican a atacar el fascismo manifestado por el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero al mismo tiempo atacan al Gobierno socialista de Venezuela.
Como espectadores, es necesario hacer un análisis políticamente fundamental desde el otro lado de la pantalla. Parecerían ser dos discursos no compatibles el uno con el otro. Me refiero a que, por un lado, en CNN hay programas en los que se defiende a las y los migrantes, principalmente latinos, frente al discurso xenófobo y ultranacionalista de Donald Trump. Y esta cadena de noticias no solo se queda en este análisis, sino que también se atreve a tocar y a poner en tela de juicio la intención de la Administración Trump de prohibir el ingreso de musulmanes y árabes a Estados Unidos, quienes hoy en día constituyen el sector más estigmatizado e indeseable en el planeta. Es interesante escuchar a los periodistas de CNN hablar de las políticas antisociales de Trump, como por ejemplo la reducción de las prestaciones en salud que el partido Republicano está impulsando. Hasta ahí resulta informativo escucharles.
Pero a continuación parecen transformers, se convierten en su antítesis, le dan con todo y sin ningún reparo al gobierno de Nicolás Maduro, por intermedio de una campaña sostenida únicamente con las opiniones del bando contrario. En este caso la imparcialidad no existe, y mucho menos el derecho a la réplica. La información que presentan constituye una interminable letanía de quejas enunciadas por las víctimas de los “malvados comunistas”. Se trata de una encarnizada guerra mediática contra el Gobierno de Venezuela, contra el compañero Maduro y contra los chavistas de Venezuela. Si solo miraríamos la cadena de noticias CNN, como militantes del proceso de cambio en Bolivia podríamos simpatizar con la posición que tiene la Administración Trump.
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