Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Por:
Fernando Rodríguez Ureña
La
derecha y la embajada norteamericana no duermen. Su objetivo de desestabilizar
el gobierno de Evo Morales es una constante que cobra diferentes métodos.
Hoy,
se vuelve a usar el terrorismo como arma política. Su resultado, muertos
inocentes, entre ellos, niños. Por eso el terrorismo como método, siempre será
condenado.
Debemos
recuperar la memoria y retrotraernos a eventos como la granada a la marcha de
la UDP, donde su objetivo era Hernán Siles Suazo, pero terminaron siendo
muertos y decenas de heridos que marchaban detrás de la camioneta del líder de
la UDP. Los otros eventos son la muerte de la Fiscal Von Borries o el auto
bomba en el Comando Departamental de Policía de Santa Cruz.
Hoy
los muertos por los actos terroristas de Oruro, ya son más de una decena y
esperemos que este número no se incremente.
El
mensaje que se envía con estos actos terroristas está dirigido a los
movimientos sociales, que se preparan para movilizarse en apoyo a Evo Morales y
su candidatura en 2019.
Ya
en las redes sociales la derecha escribe “quédense en sus casas el 21F” y
claro, si la advertencia muestra muertos como prueba, es un acto que promueve
el miedo, el terror, frente a un Estado, que aparentemente no tiene la
capacidad de proporcionar seguridad.
El
mensaje va dirigido básicamente a la CONALCAM y los movimientos sociales que la
componen. Todos los muertos son inocentes y occidentales. Otra vez, renace el
concepto de la Bolivia Occidental y la de la Media Luna.
Y
esta es la táctica extrema, ya que sus movilizaciones especialmente en la ayer
denominada Media Luna, no son contundentes, no son combativas, muestran un
pacifismo desmovilizador y convocan sólo a plataformas ciudadanas que con pocas
personas cortan calles y rotondas. Tienen más resultados con sus farándulas
carnavaleras, pancartas y consignas, que en sus convocatorias de movilización.
El
Proceso de Cambio es el resultado de la actuación en las calles de “las
impolutas hordas de los que no se lavan” buscando un gobierno suyo, propio, sin
intermediarios.
Y
las circunstancias y veladas amenazas actuales, como los bombazos de Oruro,
obligan a volver al inicio, a las grandes movilizaciones que tomaron las
calles, tomaron el territorio, tomaron el Estado.
Y
estamos hablando de las mayorías nacionales, no de minorías que buscan
protagonismos y ejercicio de derechos de los que siempre disfrutaron por su
ideología liberal y el apoyo y cooperación de los países pro capitalistas, en
nombre de la democracia occidental.
Esos
bombazos además pretenden mostrar en el plano internacional, a una Bolivia
“anárquica”, con un gobierno autoritario y con descontento de la sociedad,
donde los medios de comunicación y las redes juegan un rol descomunal, en su
capacidad de distorsionar la realidad en base a la mentira y el rumor.
Por
tanto, Oruro y el Carnaval, eran las variables que articuladas, les podrían dar
buen rédito político… sin importarles un ápice la pérdida de vidas inocentes:
eso es el terrorismo imperialista.
La
conspiración contra el proceso se ha desnudado. No quieren movilizaciones
masivas, pues son la sensación de poder de Evo. Quieren hacer sentir a Evo que
las masas lo abandonaron para que desista de su candidatura el 2019.
Este
es un proceso de las calles, que nació de las grandes marchas y movilizaciones.
Volvamos
a ellas.
Que
no nos intimiden los actos terroristas. Las mayorías movilizadas siempre serán
más poderosas que los actos aislados.
Y
una vez controladas las condiciones internas, seamos implacables con la
conspiración interna, con los infiltrados, con la derecha travestida de azul,
cómplice de las acciones imperialistas.
Sociólogo.
Militante Guevarista.
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