Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Por: Tcnl. DEAP Dr. Adrián J. Álvarez Arismendi
Durante las últimas décadas en nuestro país se han registrado estafas millonarias a gente inocente que buscaba milagrosamente hacer crecer su capital sin darse cuenta que estaba siendo víctima de un delito de engaño. Queda registrado el caso Finsa como uno de los más emblemáticos, que consiguió apoderarse de aproximadamente $us. 50 millones de más de 22.000 personas que depositaron todos sus ahorros.
Pese a las malas experiencias, mucha gente volvió a ser estafada por organizaciones delincuenciales, demostrando un claro desconocimiento, inexperiencia y falta de orientación para evitar ser blanco de embaucadores, quienes, por el contrario, han demostrado una enorme habilidad para convencer a incautos y volverse millonarios de la noche a la mañana; ahora utilizando también las redes sociales y los correos electrónicos para reclutar ahorristas.
La denominada estafa piramidal consiste en ofrecer altos intereses a su capital en muy corto tiempo, siempre y cuando la persona que se somete al negocio busque a otras para que paguen a los antiguos inversores, de manera que cuanto más —el inversor— recluta, a mayor escala asciende. De ésta manera los delincuentes dan la apariencia de que el negocio sí funciona, sin embargo, el sistema marcha hasta el momento en que dejan de entrar nuevas víctimas, entonces, todo se desploma porque nunca hubo de fondo un verdadero mecanismo de generación de beneficios y el capital invertido desde el primer momento ya estaba perdido, por lo que, generalmente los “cabecillas” desaparecen con millones de dólares timados, y como no es legal, nadie responde por los dineros de los ahorristas.
El nombre de esta estafa es también conocida como El esquema Ponzi, ya que fue el italiano Carlo Ponzi quien la inventó en 1920, un sistema de beneficios a través de los correos con gente de su país y de Estados Unidos (donde vivía como migrante). Los beneficios fueron millonarios, y era muy difícil establecer el origen de quienes debían responder a las personas estafadas porque en corto tiempo se habían multiplicado por miles. El esquema funciona para los delincuentes, aun así, el engaño quede al descubierto, porque se trasladan a otro país o a otra región donde continúan con el negocio.
La gran pregunta que se hacen miles de personas, que fueron víctimas de este tipo de estafa o han visto caer a familiares y amigos es: ¿Cómo es posible volver a ser víctima de la misma trampa?. Recordemos las recientes estafas perpetradas por PayDiamond a escala nacional. Expertos en el tema explican que al principio hay una rentabilidad segura (que es parte del engaño del estafador), llegando a un interés incluso del 10 por ciento, lo que despierta la tentación del que invierte su dinero. Principalmente identifican éste motivo como la motivación del engaño, la mayor parte de las personas desean obtener la mayor cantidad de recursos en poco tiempo, lo que queda claro es que al defraudador no le interesa pagar el interés sino captar mayor capital de los inocentes para quedarse con todo ese dinero.
En nuestro país, según la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), la estafa piramidal se remonta a la década de 1980, en un contexto de incertidumbre económica producto de una serie de medidas estructurales aplicadas por los gobiernos de turno para salir de una hiperinflación sin precedentes. Entonces es bueno advertir a los ciudadanos que ya no deben ni pueden dejarse sorprender por este tipo de estafadores que vienen operando desde las redes sociales, ofreciendo una serie de beneficios, pagos altos de intereses, viajes, hoteles y otras prebendas con la sola finalidad de captar nuevos inversionistas inocentes.
Actualmente autoridades del Ministerio Público y la Policía Boliviana vienen realizando una serie de investigaciones en torno a las últimas estafas realizadas por PayDiamond y otras compañías falsas, donde muchas personas incautas e inocentes se vieron involucradas con cuantiosas inversiones, convirtiéndose en nuevas víctimas de este tipo de estafas. Por tal motivo es importante tomar en cuenta que los pocos o muchos ahorros que se logra adquirir con un trabajo digno no pueden ser invertidos en empresas dudosas que ofrecen cuantiosas recompensas, mismas que resultan ser grandes estafas y que nos pueden dejar en la calle. Recordemos un viejo refrán que dice: “Si la limosna es grande hasta el santo desconfía”. Desconfiemos, advirtamos y denunciemos este tipo de delito para desarticular las estafas piramidales.
* Magister en resolución de conflictos
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