Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Por: Alfredo Serrano Mancilla

Segúnla última encuesta del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica(Celag), realizada a nivel nacional con una muestra representativa de 2.000
entrevistas presenciales en el ámbito rural y urbano, en Bolivia predomina un
clima de sensaciones positivas respecto de la situación nacional. Casi un
tercio de los bolivianos sienten esperanza, la principal sensación en orden de
importancia; seguida de confianza (14%). El clima en el que se dan las
elecciones está muy disociado del intento de algunos voceros de la oposición
por presentar al país al borde de una hecatombe.
El
54% de los bolivianos tiene una imagen positiva del presidente, Evo Morales;
misma proporción que manifiesta tener sentimientos positivos hacia su persona
(confianza, respeto y afecto). Además, la evaluación positiva de su gestión es
del 72%, siete puntos más que en marzo. Esta valoración contrasta con las
opiniones de la ciudadanía sobre los sectores de la oposición: dos tercios de
los bolivianos tienen sentimientos negativos sobre “las peleas de la oposición”
(angustia, cansancio y enojo); solo el 37% evalúa positivamente su desempeño (el de la oposición).
Al
interior de la oposición, se percibe que la candidatura de Carlos Mesa se
estanca en un techo electoral en torno al 37% (proporción que manifiesta que
podría llegar a votarle), decrece en imagen positiva (pasa de 35,2 a 28,6%) y
despierta la sensación de decepción y rechazo en un 42,3%. A su vez, la
candidatura, “made in Santa Cruz”, de Óscar Ortiz se asienta y mejora su
posicionamiento en todos los indicadores, alcanzando un alto nivel de
conocimiento, cuestión que hasta hace pocos meses era su principal debilidad.
Su imagen positiva crece de 15,2% a 23,1% y aumenta significativamente su techo
electoral pasando del 12,5% al 28,7%.
Otra
variable fundamental que ayuda a conocer mejor el clima electoral es la
expectativa sobre quién será el próximo presidente, más allá de las
preferencias de cada elector. El 60% de los bolivianos y bolivianas creen que
el próximo presidente del país será Evo Morales. Incluso entre los votantes de
Mesa casi la mitad creen que Evo será el presidente; lo cual denota que la
desesperanza crece al interior de las filas opositoras.
Otro
aspecto que siempre es necesario analizar es el mapa de sentidos comunes y
posicionamientos ideológicos de los electores. En este sentido, cabe destacar
que más del 50% de la población considera que se debería avanzar en la
nacionalización de sectores estratégicos, seguir con la política social de
bonos y continuar con el actual modelo económico.
Después
de todo lo expuesto, casi huelga presentar el dato de intención de voto dado
que cualquier lector ya presupone, que hay una diferencia cada vez más holgada
a favor de Evo Morales frente a sus perseguidores. Son 18 puntos por encima de
Carlos Mesa. Evo Morales ha crecido seis puntos desde marzo hasta hoy, pasando
de 37,5% a 43,4%; mientras que Carlos Mesa cae en el sondeo (de 28,6% a 25,1%)
y Ortiz mejora (de 7,6% a 12,8%). De esta forma, se constata que la oposición
no logra sintonizar con las aspiraciones de la ciudadanía, aunque Ortiz sí ha
logrado una tendencia creciente en estos últimos meses.
Los
sectores de oposición todavía están muy lejos de la centralidad que ocupa Evo
Morales en la política boliviana. El actual mandatario goza de una gran
credibilidad, un reconocimiento mayoritario y positivo de su ejercicio de
gobierno y encarna los grandes consensos alcanzados gracias, fundamentalmente,
a las políticas implementadas en materia económica y social en estos años. Y
por todo ello, en la elección del 20 de octubre una segunda vuelta es cada vez
más improbable.
*
Gisela Brito y Sergio Pascual son funcionarios
del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag).
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