Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Por:
Camilo Katari
Cuando todos los
bolivianos fuimos testigos de que para hacer frente a los incendios que golpean
al oriente del país, el presidente Evo Morales activó un Gabinete de Emergencia
Ambiental, con sede en Roboré, para agilizar las tareas de mitigación con nuevas
brigadas, pero sobre todo con la llegada del avión cisterna SuperTanker,
escuchar que lo que hace el Jefe de Estado con acciones para apagar incendios
es puro protagonismo, es una falsedad que muchos deberían criticar.
Cuando vienen los
problemas más álgidos, sobre todo que comprometen al Gobierno, tenemos que ser
cuidadosos en el análisis y tenemos que mostrar que lo que se diga compromete
demasiado. Lo que se dice respecto a los incendios, de que es generado por los
chaqueos y además se los endilga al Gobierno, es especular demasiado y entra en
el juego de la manipulación política mediática.

Activistas
medioambientales, quienes se prestaron a la confrontación por la carretera por
el Tipnis hace más de seis años, reaparecieron y cuestionaron las medidas
gubernamentales, al igual que la jerarquía de la Iglesia católica, que vuelve
con su estilo de levantar su voz por puro protagonismo, acomodando sus
argumentos sobradamente intencionados a los intereses de la oposición, que
aprovecha este momento para hacer política.
Se ha confirmado
que los incendios que se produjeron en estas dos últimas semanas vienen de la
Amazonia y que originaron un corredor de fuego que alcanza a países vecinos
como la Argentina, Paraguay, Uruguay y nuestro país.
Jair Bolsonaro,
presidente del Brasil, sostuvo —sin aportar prueba alguna— que sospecha de que
las ONG y otras organizaciones son las que provocan los incendios forestales en
la Amazonia para hacerlo quedar mal, dado que les recortó recursos. Bolsonaro,
quien celebró la salida del presidente estadounidense, Donald Trump, del
acuerdo del clima de París y se negó a albergar la Conferencia del Clima de las
Naciones Unidas (COP 25), simula ser ajeno al problema.
Organizaciones
ambientalistas de todo el mundo venían anunciando que el Amazonas, el “pulmón
del mundo”, está en peligro. Desde hace dos semanas miles de hectáreas de
bosques han sido arrasadas por el fuego en la Amazonia brasileña. Al menos 68
reservas protegidas fueron afectadas por las llamas.
Bolsonaro se
atrevió a desmentir los datos provistos por una institución que trabaja en ese
país y tiene legitimidad, que informó que los incendios aumentaron este año un
83% respecto al mismo período en 2018. La Amazonia, con el río más grande del
mundo y una fuente de riqueza natural en la que conviven innumerables especies
de animales y plantas, es también hogar de 34 millones de personas, con más de
350 grupos indígenas. Desde que asumió el gobierno, Bolsonaro dejó claro que la
protección ambiental no iba a ser una prioridad para su gestión, sino la
ganadería y el agronegocio.
Y, finalmente, que
la oposición utilice a una especie de “guarimberos” digitales para manipular
desde las redes utilizando fotos y videos de otros países y politizar la
desgracia, culpando del siniestro en Roboré a Evo Morales usando fake news, es
otra farsa grosera que forma parte del desgaste político que quieren los
opositores, como ya cacareaba la diputada Lourdes Millares, de quien se supo
que incluso pedía iniciar un juicio de responsabilidades contra el mandatario.
Todo lo que venga
ahora dentro de este entramado deshonesto de cara a las elecciones le convendrá
a los opositores, situación que debe poner en alerta a quienes ven buenas
señales en la labor que cumplen las autoridades, porque estamos en este
escenario electoral y lo que se diga o haga sirve para esos ataques de los
agoreros.
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