Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Provocaciones heurísticas para el caso
boliviano
Por: Agustín Tarifa Camacho
“El método ensayo y error o prueba y error, es un método heurístico para obtener
conocimiento, tanto proposicional como procedimental. Consiste en probar una
alternativa y verificar si funciona. Si es así, se tiene una solución.”
A un mes de la declaratoria de emergencia
sanitaria y cerca de cuatro semanas de cuarentena total, el gobierno
transitorio a través del Ministro de Salud anuncia que ya se cuenta con una
“Estrategia de lucha contra el COVID-19”. Pregunta: ¿Todas las medidas hasta
hoy no fueron parte de un Plan? En todo caso ¿cada acción y medida anunciada y
llevada a efecto por el gobierno solo fue un cálculo político? Esto confirma
que todo este tiempo fue una total improvisación para con la salud pública o
simplemente, la aplicación del método de ensayo y error que, en beneficio de la
duda razonable, explicaría la ineptitud en la gestión de la crisis
epidemiológica a partir de la formulación de hipótesis heurísticas y conjeturas
falseables a manera de prueba dando así tiempo al gobierno de transición de
experimentar con alguna alternativa y posicionar así su ya desgastada gestión,
pero sin encontrar solución al problema central. Veamos los ejercicios
empíricos y sus resultados:
PRUEBA
1: Aislamiento total
por la fuerza para evitar la propagación del virus y anunciar que el país está
preparado para la crisis sanitaria. Los que no acaten serán tildados de
ignorantes y salvajes así conseguir consenso y apoyo político. Resultado ERROR. El pueblo que vive del “día a
día” a pesar de la estigmatización, consigue demostrar que las medidas dictadas
por el gobierno son excluyentes, mientras no hay claridad respecto de un Plan
de Contingencia Sanitaria y solo amenazas de cárcel en lugar de salud a quienes
salen a trabajar en el comercio informal.
PRUEBA
2: Emitir Decretos
con medidas sociales en respuesta a la población excluida (bonos) y salvataje
económico (créditos para la banca privada) como incentivo productivo para
mostrar imagen de un gobierno solidario y gestión eficiente ante la crisis
aplacando las protestas y descontento popular. Resultado: ERROR. Las medidas económicas vuelven a demostrar desconocimiento
de las realidades del país mientras el virus desenmascara el carácter de clase
de cada medida; asimismo los casos confirmados de Covid-19 se concentran en la
ciudad de Santa Cruz en habitantes no necesariamente de sectores ignorantes
salvajes (entiéndase como pueblo) y el fortalecimiento a la banca privada a
costa del Estado sin respuesta genera dudas en la población más que certezas.
Por otro lado, se lanzan a las calles cientos de ancianos, mujeres embarazadas
y personas con discapacidad, (población de riesgo) para acceder a los “bonos”
generando concentraciones masivas que exponen a esa población a mayor
probabilidad de riego de contagio.
PRUEBA
3: Culpar a 14 años de
gobierno del MAS por las deficiencias del sistema de salud y la pobreza por eso
las personas salen a buscar sus medios de vida. Resultado: ERROR. Existen centros de salud de primer, segundo y tercer nivel
construidos pero subutilizados por el actual gobierno al aplicar protocolos de
atención sin tomar en cuenta la existencia de infraestructura, equipamiento y
personal disponible, improvisando la atención médica con la consecuente muerte
de un alto ejecutivo cuya familia denuncia la ineficiencia de las autoridades,
generando que las clases “medias” desacrediten las acciones gubernamentales
evidenciando que solo se realiza
asistencia a los casos terminales.
PRUEBA
4: Acudir a la
cooperación internacional y su caridad para demostrar que el país es pobre para
enfrentar la crisis sanitaria recuperando así credibilidad entre los estratos medios
de la sociedad. Resultado. ERROR. El
mundo demuestra que la pandemia no es tema de pobreza sino de sistemas de salud
enfocados en el asistencialismo y su mercantilización más que en la prevención.
El estado recibe millones en ayuda y caridad sin transparentar sus gastos a la
par que sus autoridades entran en contradicciones en cuanto a la gestión de la
crisis sanitaria lo que lleva a la renuncia del Ministro de Salud. Población
excluida de las medidas recibe caridad de otros sectores y no del Gobierno
central mostrando la cara demagógica del gobierno y desgaste de su discurso.
PRUEBA
5: Endurecer la medida
de cuarentena con cierre total de fronteras y fortalecer la campaña mediática
de “Quédate en casa” para evitar
mayores contagios dado que el sistema de salud no tiene capacidad de respuesta.
Resultado. ERROR. Se habilitan
vuelos “solidarios” a EE. UU. y Europa para trasladar ciudadanos de otros
países y posibilitar el regreso que otros conciudadanos que cuentan con
posibilidades de costear un pasaje aéreo, rompiendo sus propias reglas, a la
par que se prohíbe el ingreso de bolivianas y bolivianos por la frontera de
Chile que repercute de manera internacional y genera indignación colectiva en
el resto de la población; en consecuencia el Estado boliviano es acusado ante
organismos internacionales de violación de los Derechos Humanos; la respuesta
del gobierno es represión y criminalización de acciones legitimas de quienes no
tienen el privilegio de un “vuelo solidario” quedando confinados en condiciones
precarias unos y otros prohibidos de pasar la frontera. Asimismo, en distintos
lugares y poblaciones del país, las personas se movilizan porque la medida de
cuarentena los priva de ingresos económicos que permita hacer sostenible el
eslogan “#QuedateEnCasa” y nuevamente la
respuesta es política, culpando a activistas del MAS de incitar a la
desestabilización al tiempo de criminalizar la protesta con cárcel como ejemplo
y escarmiento, mientras que las mismas autoridades quebranta la cuarentena como
el “tata Quispe”.
En fin de cuentas y, sin experimentar más con
los datos a costa del ejercicio heurístico gubernamental, la conclusión final
demuestra más desaciertos que soluciones y alternativas reales de gestión.
Ahora bien, en términos metodológicos, si estos ejemplos fueran parte de un
proceso de construcción de conocimiento científico, luego de varios
experimentos, los resultados contrastados con la hipótesis demuestran que ésta
es falsa, pero ¿Cuál era la hipótesis? En fecha 3 de marzo de 2020 el entonces
Ministro de Salud en conferencia de prensa sentenciaba “… hemos dicho y repetimos, el país
está preparado para dar respuesta a los protocolos internacionales...”
(Fuente: medios de comunicación y redes sociales), hipótesis reforzada por las
declaraciones de la que fuera Jefa Nacional de la Unidad de Epidemilogía,
Carola Valencia quien declaró ante medios de comunicación que “Bolivia
estaría preparada para afrontar el coronavirus”; por consiguiente el
método aplicado no es el correcto, probando objetivamente que los resultados
respecto de la hipótesis planteada son contrarios a los que se esperaban.
En todo caso para mal de muchos y consuelo del
golpismo, sustentarán que fue una hipótesis a
priori justificando los resultados no esperados o, en su defecto, aplicar
la fórmula de hipótesis alternativa como válida; es decir, el resultado
contrario no quiere decir que la prueba esté mal realizada, solo demuestra que
la gestión de gobierno no es eficiente en el manejo de la crisis sanitaria y
los fracasos responden a variables no consideradas en el momento de la
formulación de hipótesis (desinformación, economía informal, improvisación,
sedición, desestabilización, protesta social, operadores políticos pagados, etc.)
por consiguiente se debe tomar como válidos los resultados y cambiar las
estrategias aceptando el error (hipótesis improbable) o insistir con más
experimentos hasta encontrar el procedimiento correcto para la solución al
problema y reposicionar la candidatura de Añez a costa del coronavirus.
Lo cierto es que los resultados hasta acá son
más que evidentes. Propagación del virus de manera exponencial; Bolivia tiene
el mayor índice de muertes respecto de otros países del continente. Si bien se
espera que la enfermedad siga el curso natural hasta llegar al pico, las
acciones y medidas gubernamentales confirman que nunca hubo un plan y los
protocolos fueron diseñados solo para la asistencia y atención de casos
terminales, es decir cuando la enfermedad ya es incurable, la evidencia está
flor de piel desde el testimonio de las víctimas. En lugar de conseguir que la
población asuma el “#QuedateEnCasa” para evitar el contagio, el gobierno propicia mayores
concentraciones de población de riesgo que salen a buscar alimentos y cobro de
bonos.
Si en términos metodológicos vislumbramos esos
resultados, en términos políticos, el costo es mayor, las constantes pruebas
realizadas para conseguir imagen de eficacia y eficiencia en la gestión pública
respecto del manejo de la crisis sanitaria, es completamente un desastre que
demuestra total ineptitud. Todas las acciones implementadas hasta ahora
muestran un grado elevado de exclusión y discriminación que alientan no solo a
la desobediencia civil de sectores populares, sino también a mayores
concentraciones de población de riesgo en ferias y mercados móviles, menuda
contradicción.
En consecuencia, se procede a reajustes
necesarios, renuncia del Ministro de Salud Aníbal Cruz, quien a su turno luego
de dejar de ser la máxima autoridad en salud del país, anuncia públicamente que
la cris será más catastróficas, develando que la información oficial no es la
real que él mismo leía cada noche por los medios de comunicación, dejando
entrever que se desinforma con datos que no son reales; por otro lado el
reajuste va también en una sostenido y cada vez más agresiva campaña de
judicialización y criminalización de la disidencia, la protesta y el
descontento social; se culpa a otros como método de solapar la incapacidad.
Pero retornando a las provocaciones heurísticas
y luego de los resultados planteados, sigamos con la caricatura y sus ajustes
metodológicos; donde los expertos aplicando el modelo de metodología clínica
basada en evidencia proceden de la siguiente manera: primero se reformula la
hipótesis con “Bolivia no está preparada – al igual que todo el mundo – para enfrentar la pandemia”; segundo,
recogiendo las evidencias anteriores plantear nuevos experimentos y esperar al
menos mejores resultados y frenar la descontrolada caída política.
PRUEBA
FINAL 1 (PF1):
Volver a empezar a partir de los fracasos anteriores desde la aplicación de una
estrategia de cuatro pilares para la lucha contra COVID-19 que contemple
diagnóstico, aislamiento, hospitalización y monitoreo. Resultado: Pronostico
anunciado. Dicho de otro modo, luego del costo político y el vertiginoso
desgaste del gobierno, a un mes de constantes experimentos, recién se cuenta
con un procedimiento como protocolo que permita revertir los resultados
anteriores – por cierto, catastróficos para la población – frente a la ausencia
de un plan que justifique el gasto público en medidas ineficientes; empero para
constatar los resultados habrá que aplicar nuevas técnicas e insistir con otras
pruebas paralelas que permitan ganar tiempo que ya no lo tienen.
PRUEBA
FINAL 2 (PF2): Insistir
con los planes desestabilizadores masistas victimizándose como gobierno por el
fracaso; ampliar la cuarentena según los casos, iniciar con el pago de bonos
como medias de responsabilidad para con la población. Resultado: Diagnostico
reservado. PF1 y PF2 son medidas finales. Lo evidente es la verificación de la
primera máxima, pues de manera sostenida se viene culpando al otro de los
errores propios encubriendo su ineptitud y negligencia supina; segundo, nos
encontramos a horas de que termine la medida de cuarentena total y ante de
aumento exponencial de casos positivos, así como decesos diarios a causa de la
pandemia, no queda más que continuar aislados por seguridad y miedo como medida
de resistencia política más que sanitaria, finalmente veremos cómo el pago de “Bono
Familia” y otros anunciados para el 15 de abril, profundizan el caos social
propiciando mayor concentración de persona en entidades financieras,
exponiéndose así a mayores riesgos de
contagio comunitario. Medida que en realidad tal vez, solo tal vez, sea también
parte de un experimento para la aplicación de la política de bio destrucción
neoliberal por medio de la selección natural al estilo maltusiano.
Lo cierto es que el
gobierno de facto está a contra reloj, se le acaba el tiempo. Su futuro
dependerá de PF1 para que PF2 permita dar esperanza de
sobrevivencia política a este régimen transitorio o que finalmente pase a ser
otro caso más en estado terminal; si el pueblo lo permite podrían experimentar
con una PF3 antes de ingresar a terapia intensiva dado que el ritmo
político de Bolivia tiene a los golpistas conectados al monitor de frecuencia
cardiaca y con respirador mecánico al igual que la salud del pueblo. La crisis
se agudiza cada día que pasa ya no es solo sanitaria, es también económica y
social que devendrá en crisis política; la criminalización al derecho de
protestar que aplaca el derecho de indignarnos ante la injusticia y nuestro
derecho al disenso es acallado con represión, no serán suficientes, alimentando
más el rechazo y descontento social. Al final, al igual que ellos acusan y
encarcelan a quienes por cualquier motivo, desacatan la cuarentena por atentar
contra la salud; también tocara juzgarlos por delitos que atentan a la salud
pública al no contar con un plan, por experimentar con la salud del pueblo y
jugar con nuestras vidas condenando a las y los bolivianos a una muerte segura
por la negligencia e improvisación. En síntesis, es el pueblo y solo el pueblo
quien se rescatará asimismo dando solución final al problema por medio de la
experiencia más acertada, la lucha.
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