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El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

Neoliberalismo y la educación boliviana en el contexto del covid-19

Por: Agustín Tarifa Camacho

I.La crisis sanitaria por el COVID-19, ha puesto al mundo entero en paro forzado, la industria, el transporte el comercio, la economía toda prácticamente quedó en sopor momentáneo; los sistemas sanitarios desde el más avanzado hasta el más obsoleto colapsó; la pandemia desnudó por completo el discurso de globalización, desmitificó el fetiche de países con la “mejor medicina del mundo”, todos a su modo fueron doblegados por un virus que ataca sin ver la clase social, condición étnica o el género; pero que sí discrimina al momento en que el mercado selecciona a los más aptos de billetera, a los que tienen la capacidad para resistir las medidas de aislamiento y después selecciona cuasi de manera natural a quienes accederán al derecho a la salud o mejor dicho a los “servicios de salud”, nótese la diferencia.

 

La pandemia, sin más preámbulo afloró todas las contradicciones de clase y echó por tierra todas las teorías de equidad o de capitalismo humanista. En sentido cartesiano, mostró que el problema ataca de manera horizontal, pero verticalmente pone de manifiesto las desigualdades sociales y económicas; puso a prueba a todos los gobiernos sobre su capacidad de gestión pública para encontrar alternativas y paliativos que permitan ganar tiempo y que la catástrofe golpee menos, de tal modo que X y Y encuentren punto de inflexión para abajo; así vendieron la cuarentena como placebo en la perspectiva de aplicar verdadera dosis de contención al problema. La matematización vertical entre aritmética y políticas públicas, entre estadística y proyección sanitaria, interpeló el algoritmo cuantitativo con la constate de la eclosión social; que en el caso de Bolivia se tridimensionó por la crisis política e institucional asentada en una coyuntura electoral, variable que problematizó aún más la crisis sanitaria. Donde X=desigualdad social; Y= pandemia y Z=crisis política que determinará una coordenada a típica en la región, tema de otro panel.

 

Ahora bien; Marx decía que cualquier niño sabe que toda nación se derrumba si cesa el trabajo en cualquiera de sus dimensiones, aunque fuera solo por unas semanas (Marx:1974); en tal sentido, ante lo inminente de la huelga forzada y para salir del coma inducido por las medidas de aislamiento, urgía contar con un plan de contingencia, entiéndase “contingencia” como acciones primero de contención preventiva, segundo acciones predictivas y finalmente reactivas desde el punto de vista de planificación estratégica o “tecnocrática”. Un plan de medidas alternativas que permita seguir desarrollando actividades a pesar de las situaciones de peligro, o sea, COVID-19 y aterrice en una estrategia, al menos eso dicen las recetas de la CEPAL (2015, 2019)

 

Estos criterios deben ser aplicados de manera transversal a toda la gestión pública y, en todos los niveles sin excepción conforme las características propias de cada caso; donde el tema educativo es uno, pero no uno minúsculo, por el contrario, vital para toda sociedad y su gobierno, dado que también todos los sistemas educativos paralizaron como medida preventiva; empero el receso al igual que otros sectores, no puede pasar más allá de lo preventivo, salvo situación apocalíptica, que demás decir está que no es esa la situación y tampoco la será. En todo caso, retornando al punto de la planificación como gestión, tan reverenciada sobre todo por a políticos y organismos multilaterales, no hay que tener mucha imaginación ni ser prodigio para comprender que se debe implementar casi de manera inmediata un plan que permita continuar con el desarrollo de las actividades académicas en todos sus niveles, desde inicial hasta superior, tomando en cuenta el cuidado de la salud de todos los actores: estudiantes, maestros así como de madres y padres de familia principalmente.

 

Bajo ese contexto apenas iniciado el mes de marzo y luego de confirmarse los primeros casos de COVOD-19 en nuestra región, todos los gobiernos al unísono determinaron un receso obligado en las actividades educativas, pero no definitivo, al tiempo que los gobiernos preparaban planes de contingencia mientras duren las medidas de aislamiento. Como respuesta a esta crisis, en el mes de abril de 2020, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicaron una serie de recomendaciones en materia educativa con miras a   planes de contingencia para el cierre, reapertura o continuidad de los calendarios educativos; asimismo, recomendó desarrollar estrategias según cada región o país, dirigidas a una educación continua y sin exclusión que permita a maestros, estudiantes y centros educativos utilizar métodos de aprendizaje flexible a distancia, elaboración de contenidos digitales para ser transmitidos a través de radio, televisión y plataformas en línea, mismas que estén propiciadas desde Estado; cada recomendación acompañaba otra serie de acciones que resumimos a continuación:

 

-       Considerar condiciones y suministros para el aprendizaje a distancia.

-       Considerar a población vulnerable como niños, niñas y adolescentes con discapacidad, pueblos indígenas y grupos étnicos.

-       Identificar entre la población vulnerable a niños, niñas y adolescentes que requieran apoyo adicional para garantizar acceso sin discriminación a entornos de aprendizaje.

-       Considerar las capacidades, experiencias y compromiso de las y los maestros.

-       Preparar paquetes de aprendizaje (textos, hojas de trabajo, materiales de lectura) para ser difundidos por programas de radio y televisión.

-       Identificar opciones de aprendizaje en línea para seguimiento por teléfono, WhatsApp, correo electrónico y otros.

-       Garantizar acceso a una conectividad regular y asequible para el aprendizaje en línea a partir de aplicaciones y sitios gratuitos.

-       Establecer mecanismos de coordinación entre maestros y padres de familia adoptando un enfoque de participación comunitaria (educación popular) (UNICEF:2020).

 

Estas recomendaciones pudieron ser tomadas o no por los gobiernos por sí no se tenga idea de lo que había que hacer; lo cierto es que ahí había una receta. La mayoría de los países desarrollaron acciones destinadas a que sus diferentes sistemas educativos cuenten con cierta regularidad a pesar de las medidas sanitarias rígidas o flexibles. Haciendo un breve recorrido a la región, tenemos algunos ejemplos:

 

-       Perú implementó a partir del 6 de abril de 2020 una estrategia denominada “Aprendo en casa” (https://aprendoencasa.pe/#/) en la modalidad a distancia para los niveles de inicial, primaria y secundaria máxime, utilizando una plataforma única del Ministerio de Educación que contiene guías de aprendizaje, audios, videos, cuadernos de trabajo y otros con programación semanal de actividades según los niveles y capacidades, disponible 24 horas toda la semana, estos contenidos son difundidos por televisión, radio e Internet, según el contexto poniendo énfasis en estudiantes de áreas rurales y zonas alejadas buscando “reducir las desigualdades en el aprendizaje”, al menos en teoría.

 

-       Argentina en el mes de marzo implementó el programa “Seguimos educando” con la finalidad de dar continuidad a las actividades educativas; dicho programa pone en línea  una plataforma virtual única (https://www.educ.ar/recursos/150936/seguimos-educando#gsc.tab=0) que cuenta con recursos y herramientas didácticas como videoconferencias y comunicación a través de redes sociales, materiales didácticos tanto para estudiantes como para maestros. En referencia a poblaciones sin acceso a internet, el programa prevé la difusión de contenidos a través de la televisión y emisoras radiales públicas y sus repetidoras, así como otros medios estatales. A más de ello el programa elabora y distribuye gratuitamente de manera física material didáctico poniendo énfasis en poblaciones vulnerables.

 

-       La República Bolivariana de Venezuela a través del Ministerio del Poder Popular para la Educación, implementó el programa “Cada Familia una Escuela” dirigido a garantizar la atención educativa a la población estudiantil con tres líneas de acción: un plan pedagógico de prevención y protección; una estrategias de acción para la educación a distancia y el uso de alternativas comunicacionales; acciones dirigidas a los niveles de inicialprimariamedia general y técnica; así como para educación especial y educación para adultos.  El programa consiste en la implementación de un portafolio con las tareas que realizarán en casa y guías pedagógicas disponibles en la página web del Ministerio (http://cadafamiliaunaescuela.me.gob.ve/), además de la elaboración de contenidos audiovisuales transmitidos por señal televisiva.

 

-       En Paraguay, el Ministerio de Educación y Ciencias en alianza con Microsoft y operadoras de telefonía como Tigo y Claro, presentaron la plataforma virtual “Tu escuela en casa” que contiene recursos digitales disponibles para docentes y estudiantes; la estrategia dejó a criterio de las y los estudiantes el uso de cualquier plataforma para acceder a los programas; la conectividad y acceso a internet, así como la disponibilidad de medios tecnológicos por parte de los estudiantes no está considerado por Estado – suena a algo que conocemos – Actualmente el gobierno paraguayo determinó suspender las actividades educativas presenciales hasta diciembre mientras ajustan una estrategia de educación a distancia (Britez:2020).

 

-       Uruguay continuó con su programa “Plan Ceibal” de entrega de una laptop a cada alumno de escuelas públicas, amplió su la plataforma CREA (https://www.ceibal.edu.uy/es/crea) donde cada docente puede cargar materiales, enviar y calificar tareas, y dialogar con sus alumnos. Cuenta con recursos educativos tecnológicos disponibles para todos los dispositivos y medios tecnológicos, sea para docentes, estudiantes o a las familias; pero también está disponible para los “centros educativos públicos y privados y panificó un retorno gradual a clases presenciales.

 

-       Finalmente, en un reportaje de Ana Pais de la British Broadcasting Corporation (BBC) da cuenta que México, Chile y Colombia, son los países con mayor éxito en la implementación de planes de educación a distancia para enfrentar la pandemia del COVID-19 en el campo educativo, esto por su experiencia y capacidad técnica y tecnológica disponible (Pais:2020).

 

Es pertinente poner de manifiesto que en ningún caso ponemos en consideración la efectividad o no de cada estrategia, o si es buena o mala; nuestra intención es la de ejemplificar esfuerzos estatales por desarrollar acciones en favor del derecho a la educación, los aciertos o dificultades, criticas u otras consideraciones, son temas que no conciernen a este análisis, pero si es importante señalar que la mayoría de los países, utilizando el léxico magisterial, hicieron su tarea; primero porque todos tienen un plan o estrategia única; segundo, los actores de la educación están involucrados y, tercero, el Estado garantiza la continuidad de los procesos educativos sin dejarlos a libre albedrio.

 

II.               

 

¿Pero cuál la experiencia de Bolivia? El Ministerio de Educación oficialmente canceló las actividades educativas en fecha 13 de marzo, es decir hace tres meses; días más, días menos al momento de este opúsculo pero a la fecha el gobierno de facto, no presentó una estrategia o al menos alguna idea sobre el desarrollo de las actividades educativas que garanticen continuidad de la educción a pesar de constantes anuncios de un plan, una estrategia y hasta una reglamentación tal como está registrada en la prensa local que citamos como referencia testimonial en el cuadro siguiente.

 

FECHA

MEDIO

DECLARACIÓN

SITIO

31/03/2020

RTP

“El ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, aclara que las clases virtuales son informativas y que luego de la emergencia del coronavirus se reprogramarán los exámenes”.

https://www.youtube.com/watch?v =IS_gTle4YNk

 

15/04/2020

La Razón

Educación diseña plan para el retorno gradual. “se está trabajando en un diseño que combinará elementos de trabajo presencial en aula con clases virtuales.”

https://www.la-razon.com/sociedad/2020/04/16/el-retorno-a-clases-estara-reforzado-con-la-educacion-virtual/

18/04/2020

Los Tiempos

“Gobierno anuncia que se combinará tres modalidades de educación”

https://www.lostiempos.com/actualidad/pais/20200418/ gobierno-anuncia-que-se-combinara-tres-modalidades-educacion

27/04/2020

Opinión

“Gobierno estrecha la mano de Microsoft para capacitaciones en educación Virtual”.

https://www.opinion.com.bo/articulo/pais/gobierno-estrecha-mano-microsoft-capacitaciones-educacion-virtual/20200427205539764530.html

7/05/2020

La Patria

“Ministro de Educación anuncia Reglamento sobre educación virtual.”

http://mail.lapatriaenlinea.com/?t=ministerio-de-educacia-n-anuncia-reglamento-sobre-educacia-n-virtual&nota=1016883#gsc.tab=0

17/05/2020

Opinión

"Estamos trabajando y en los siguientes días publicaremos un reglamento que establezca las reglas de juego sobre la educación virtual"

https://www.opinion.com.bo/articulo/pais/cardenas-anuncia-proximos-dias-presentara-reglamento-educacion-virtual/20200517164420768082.html

31/05/2020

El Deber

“El ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, anunció esta jornada la elaboración de un reglamento sobre educación virtual”

https://eldeber.com.bo/177942_cardenas-anuncia-reglamento-sobre-educacion-virtual-y-ratifica-que-aun-no-habra-clases-presenciales

Elaboración propia con base en información de periódicos en formato digital

 

A pesar de que el “chanchullo” (manual de UNICEF) estaba ahí y era más sencillo copiar del compañero que ya hizo la tarea (resto de países que tenían un plan), el gobierno simplemente no lo hizo. Tarea que no requería de mucha ciencia por lo expuesto, capaz algo de ingeniosidad sí, pero sí se requería de mucho compromiso social, político y pasión por la educación, pero por sobre todo, responsabilidad; no había necesidad de descubrir el agua tibia ni esperar alguna intervención providencial para desarrollar acciones en beneficio de millones de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y toda la comunidad educativa, aunque en el caso boliviano, al parecer las autoridades esperaban que los rituales de oración y ayunos palaciegos dejen caer sobre sus banales inteligencias algunos milagros, pero eso no sucedió. Por meses embaucaron a la población con un supuesto plan y dejaron que sean las y los maestros quienes resuelvan el tema conforme van caminando.

 

Por eso es justo reconocer el trabajo de millares de maestras y maestros que desde el momento en el que se paralizaron las actividades presenciales (marzo de 2020) y en espera de directrices del Ministerio de Educación, que nunca llegaron ni llegaran, tomaron en sus manos la educación para darle continuidad, valiéndose de los medios disponibles, con las limitaciones técnicas y económicas propias de las circunstancias como acceso a internet, costos de conectividad, horas extras de trabajo u otros; desarrollaron procesos de didactización de los contenidos curriculares a formatos y entornos virtuales educativos (zoom, classroom, facebok live y otros), métodos de uso y aplicación de redes sociales para interacción no presencial, formatos audiovisuales de los contenidos para avance curricular (transmisión en línea o en directo-vivo); se efectivizaron los grupos de padres y madres de familia en redes sociales (WhatsApp) para el seguimiento y acompañamiento en el proceso de enseñanza. Esta experiencia de inició se presentó como dificultad; empero, en el camino se transformaron en herramientas cotidianas y demostración de un modelo que articula a la comunidad con los medios disponibles de manera productiva.

 

En los contextos rurales, a más del uso y aplicación de lo que es cotidiano en lo urbano, los maestros decidieron caminar kilómetros para llegar hasta dónde están los alumnos a pesar de las restricciones, utilizaron medios de transporte alternativos para aplicar métodos personalizados de clases a domicilio (El Universo: 24 de mayo, 2020), adecuando sus conocimientos al uso de medios de comunicación disponibles y con verdearos métodos de educación popular; trabajo ejemplar pero desdeñado por el ente rector. Estas experiencias sin ser con exactitud lo que teóricamente se denomina “educación a distancia” o “educación virtual”, según sea el caso, quedó inscrita, más que por una política educativa, por la práctica profesoral como “educación virtual y a distancia a la boliviana” porque nació de la iniciativa e inventiva profesional de las y los maestros que, comprometidos con su pasión, no dejaron por completo a su suerte a los estudiantes.

 

De igual manera, el mérito es de padres y madres de familia (PP.FF.) o tutores, que además del aislamiento y la conculcación por decreto del derecho al trabajo, sacrificaron parte de los escasos recursos para que hijos e hijas se sumarán al esfuerzo de sus maestras y maestros en pro de superar la inoperancia estatal, avanzaron en sentido de complementar lo conocido con la adaptación necesaria a lo que realmente necesitaban; en otras palabras, tanto PP.FF. o tutores como estudiantes, ya conocen del uso y manejo de tecnologías de la información aplicada a su vida cotidiana, por lo que tuvieron que asimilar casi de inmediato esos conocimientos previos a su contexto educativo, que en términos de Vygotski (2017), son procesos de interacción de la vida cotidiana con la educación.

 

Demás está decir que los problemas de acceso a internet y el costo por conectividad (megas/hora), así como los medios tecnológicos necesarios o suficientes (computadoras y teléfonos celulares tipo smart phone y otros), tanto de maestras y maestros como de PP.FF. o tutores, hacen que las condiciones de continuidad educativa no sean las mismas, que sumado a la heterogeneidad de las capacidades pedagógicas, hacen que la educación, no esté al alcance del 100% de la población; problemas y limitaciones puestas sobre las espaldas del pueblo para su resolución cuando es una responsabilidad constitucional del Estado. Estas experiencias en el uso de métodos y desarrollo de técnicas en la aplicación a Tecnologías de la Información (TIC’s), así como de enseñanza y aprendizaje en condiciones adversas, son verdaderos ejemplos de cómo nuestros maestros y maestras son capaces de transformar la realidad, llevar la teoría a la práctica, en términos sociopolíticos, diríamos que es otra demostración de la crisis como método. (Zabaleta: 2013), en definitiva, las y los maestros, no solo usaron las TIC’s para hacer su trabajo, también aplicaron su trabajo a las TIC’s para continuar con su trabajo en sentido dialectico. 

 

Si bien, no en todos los casos se desarrolló un trabajo homogéneo y conforme a las limitaciones y condiciones propias de cada experiencia, también existen brechas y desigualdades, formas distintas de aplicación didáctica; este trabajo es desde todo punto de vista, demostración fáctica de profesionalismo y de la enorme experiencia que portan los maestros y maestras; también es la constatación de que la práctica una vez más es criterio de verdad, es la aplicación de la teoría a la práctica, que, si bien no es aún lineal en el sentido inclusivo o democrático en garantizar la educación de todas y todos en las actuales condiciones, es fruto del compromiso social y político de las y los maestros para con la educación, es un ejemplo a seguir. Empero, estos avances jamás fueron tomados en cuenta por la actual gestión ministerial, negándolas todo el tiempo de manera continua y sistemática, descalificando el trabajo, desdeñándolo y discriminando la profesión de las y los maestros, calificándolos en los hechos de incapaces e inexpertos, que los maestros no conocían ni sabían del uso de TIC’s/TAC’s y menos de entornos educativos en formato virtual, por lo que necesitaban “urgentemente de capacitación”; desconociendo o simplemente negando que la formación profesional de las y los maestros, ya contiene esas habilidades como competencias sin que se necesite de capacitación en su gran mayoría, por el contrario, requieren de herramientas de aplicación.

 

El actual Ministro de Educación, en lugar de recoger esta experiencia y apoyarse en las y los maestros; siendo que no tuvo la capacidad de al menos aplicar alguna receta o copiar del vecino, decidió tomar este trabajo en sentido opuesto; en lugar de aprender de la práctica, la usó como ejemplo de necesidad de “capacitación” porque las y los maestros desconocen de la “modernidad”, “para que los docentes y estudiantes puedan beneficiarse de los adelantos tecnológicos” (El Deber, abril 2020), que la educación virtual y a distancia es un “salto al futuro” y ante ello es imperioso que los “expertos” de prestigio internacional, se hagan cargo de las y los incapaces, que en términos de colonización es igual a que el  sometido acepta ser educado por el colonizador (Foucault:2018). En ese entendido con falsa grandilocuencia, con pomposidad fatua (perdón por el exceso de sarcasmo) el Ministro Cárdenas anuncia la firma de convenios con empresas transnacionales que se hagan cargo de lo que ya saben y conocen las y los maestros, cuando en realidad se requería de mecanismos que homogenicen toda la experiencia ya desarrollada.

 

En el mes de abril de 2020, los mercaderes de los entornos virtuales aplicados a la educación, comercializadores de internet y telefonía móvil junto con los monopolios del mundo de la informática (CISCO, Google, Microsoft, TIGO) ingresan a Bolivia como conquistadores, retrotrayendo la extinta Ley 1565 de la Reforma Educativa neoliberal que promulgara el entonces Vicepresidente y ahora Ministro de Educación privatizando el derecho a la educación. En fecha 12 de mayo dos meses después de la suspensión de actividades educativas; Cárdenas con actitud rimbombante y con pose de quien se jacta de conseguir un triunfo, anuncia un convenio con la empresa estratégica ENTEL para reducir costos de conectividad a internet, con lo que cada estudiante que sea usuario de esta empresa, “por tan solo Bs. 2 podrá navegar por dos horas”, pero no toma en cuenta el gasto sumado en horas semana, no toma en cuenta, el costo por hijo o hija día semana y mes, pero para quien rifa los bienes ajenos, le pareció una enorme ganga del mercado. El convenio supuestamente también permite tener acceso a un “centro de información educativa” desde el sitio web oficial del Ministerio de Educación en la que pondría a disposición libros, textos, actividades y videos para realizar trabajos educativos, sitio que es inexistente a la fecha al igual que el paquete educativo de Bs. 2.- de la mercenaria administración de ENTEL.

 

Como todo en esta coyuntura, surgían propuestas de planes y estrategias educativas técnico pedagógicas desde la mirada de maestros de base, Confederaciones de Maestros, tanto Rurales como Urbanos que recogían, articulaban o coincidían con lo que se construyó hasta ese momento como base de un posible plan a futuro, pero no fueron tomados en cuenta (Opinión: 4 de mayo, 2020), excluidos y subvalorados al igual que cientos de otros profesionales especialistas y expertos en temas de diseños curriculares, didáctica y pedagogía, planificación estratégica, educación a distancia, uso y manejo de entornos virtuales educativos, etc, que fueron despedidos, en resumen, para las autoridades transitorias, no existen profesionales, solo masistas que deben ser purgados. Asimismo, cerraron unidades encargadas de la especialización docente, declaró en acefalia a maestras y maestros encargados de la formación complementaria, que eran pilar de procesos que pudieron haber solucionado las brechas existentes y dotado de elementos para un plan o estrategia única. (El Periódico Digital: 7 de mayo,2020) mientras no dejaba de repetir a los medios de comunicación que hacen coro que la educación boliviana no avanzó nada en 14 años. Menuda gestión educativa de fagocitación extrema que destruye su base material de condiciones adrede para luego exclamar que no tiene nada a disposición, dejando al éter la incógnita de la estructura técnica de esa Cartera de Estado, o simplemente es el experimento del achicamiento estatal.

 

III.            

 

Tres meses después, el señor Cárdenas no hizo otra cosa que preparar el camino para mostrar aparente imagen de un sistema educativo deficiente, balbuceando conceptos educativos, liando con lo que no entiende y quiere entender como experto que no es en temas educativos pero si un adalid de las privatizaciones, este personaje prefirió despedir a cientos de maestros y maestras para entregar la formación especializada a la empresa privada como Google, Cisco, Tigo y Microsoft; optó por desprestigiar la profesión de las y los maestros, pasó de largo su miope mirada sobre lo que es en los hechos un modelo educativo que nace y se hace de su propia experiencia. Cual supino arrogante, dijo que el software libre (Linux) es obsoleto y lo moderno es reverenciar a Microsoft- Window’s (Véase entrevista en BTV: 25 de mayo, 2020), se llena la boca de modernidad, cuando mata en los hechos la soberanía del conocimiento propio, para someter a la educación en la dependencia tecnológica. ¡Vaya idea de progreso de semejante embaucador!

 

Sin dejar la hiel de lado, vemos como el señor Cárdenas en general tira por tierra todo lo avanzado y producido por las Ciencias de la Educación y sobre todo la práctica del magisterio boliviano como procesos de desarrollo propio, despojándola de toda identidad adquirida para mostrarla como superflua. A contra parte de los agravios, cualquiera esperaría una política educativa, aunque fuera transitoria y coyuntural, pero que demuestre que lo anterior no estaba a la altura de las circunstancias y supere esos “14 años de mala educación”; mas no sucedió eso, al contrario, solo hizo tiempo y distracción total para terminar anunciando que en última instancia será el mercado quien decida cómo cada niño, niña, adolescente y joven estudiante salva la gestión educativa 2020, ya que tienen dinero para megas/hora y cuentan todas y todos con los medios y dispositivos tecnológicos para continuar como estaban y se hizo pertinente anunciar la reglamentación del cómo quieren defenestrarse en la modernidad de la “educación a distancia” y la “educación virtual”, siendo que los PP.FF. entraron en tono con la crisis y junto a las y los maestros, hacen ahora de consumidores compulsivos que incrementan las ganancias de las corporaciones responsables hoy por hoy de la educación.

 

En ese entendido y con la misma grandilocuencia de pajpaku de siempre, reaparece el mercader de la educación (convenios con transnacionales), vendedor de farsas y mentiras (“14 años de mala educación y adoctrinamiento”, “nunca se avanzó en la capacitación de los profesores”), vendedor de esperanzas y timador (“Ahora sí la educación se moderniza”), genio del cuento del tío y del cambiazo (“estamos trabajando en un plan, en una estrategia que modernizará la educación en Bolivia”; Ley 070 por Ley 1565), especulador  del escalafón (500 maestros y maestras declaradas en acefalia); en síntesis el experto mercachifle quincallero de feria y reconocido neoliberal señor Cárdenas sube a tablas para presentar al público expectante un novísimo tratado educativo, un sesudo contrato social de tipo pedagógico, la piedra angular de la educación boliviana y solución definitiva a la crisis de la educación en tiempos del COVID-19. (permítanme descargar el hígado por favor con un poco de sarcasmo).

 

Gato por liebre, coloquial pero real, eufénica forma de decir que nos estafaron cuando esperábamos contar con un plan o directrices educativas para enfrentar la crisis sanitaria, el señor Ministro de Educación anuncia el tristemente célebre Decreto Supremo 4260 de fecha 06 de junio de 2020 que supuestamente reglamenta la educación virtual, a distancia así como la presencial y sería un homenaje al día del Maestro Boliviano, pero no es un plan o estrategia, en realidad es solo un compilado conceptual a nombre de normativa con términos y conceptos inexactos e incorrectos (artículos 1,2 y 3), terminología que no se utiliza ya en algunos casos o no corresponden al actual léxico educativo; no toma en cuenta que el mundo del e-learning está articulado hoy a los modelos convencionales y no convencionales de educación, que por demás lo demostraron en los últimos meses las y los maestros; quienes por su lado ahora deberán contar con diseños curriculares virtualizados, contar con sus propios medios para poder poner el línea su avance, lo que equivale a decir que cada Unidad Educativa debe contar con un servidor (equipo informático conectado a una red de computadoras a través de internet) que permita conectarse a maestros y estudiantes a la red para acceder a contenidos y materiales educativos e interactuar a través de una plataforma virtual (véase artículos 4 al 8)

 

En otras palabras, cada Unidad Educativa debe contar con el equipamiento suficiente para proporcionar medios virtuales a las y los maestros, donde el costo tanto de los equipos como del diseño y el mantenimiento es responsabilidad de los actores, (PP.FF. plantel docente, municipios, etc.) porque sin ello no puede existir “educación virtual”; donde los costos para contar con un servidor propio, en el mejor de los casos es de aproximadamente de Bs. 50.000 (cincuenta mil bolivianos) y el alquiler de un sitio web (supra ejemplos de los otros países) anual que no es lo recomendable para entornos educativos virtuales es de Bs. 700.- (setecientos bolivianos). A esto sumarle el costo de producción de los entornos virtuales (aula virtual) que deben estar contextualizados bajo un plan pedagógico que considere elementos didácticos, material de apoyo y evaluaciones entre otros para el uso y acceso tanto de maestros como de estudiantes; esta ingeniería del sitio, su puesta en línea (cargar a la nube) así como su administración y gestión informática debe estar a cargo de un profesional informático disponible 24/7 y ser remunerado por su trabajo. ¡Ah! Pero esto no está contemplado en el reglamento salvo que sea cada administración educativa (coordinación local-municipal) la que determine el modo más factible de implementación. (art.7)

 

Sigamos. Cada maestro y maestra por su cuenta deberá capacitase en el diseño y desarrollo de las modalidades de atención (art.9), se refiere a ¿programación y creación de plataformas?, o seguir haciendo lo que hasta ahora hacen; uso y aplicación de los conocidos (classroom) o, ¿capacitarse en ser maestra o maestro de aula? Por otro lado, todas estas “competencias” serán calificadas en la hoja de desempeño anual como parte del trabajo realizado, es decir, ¿se incorporará al trabajo regular estas modalidades o se amplía la carga laboral en horas/trabajo? ¿Será que es advertencia a quienes no apliquen alguna modalidad? (art. 10). La ambigüedad o es total o es preludio de flexibilización del oficio por el que lucharon las y los maestros, la respuesta está en el tintero de mayor análisis y debate.

 

Ya acabando, el deslinde con una responsabilidad constitucional comienza a ser evidente, pues todas las “instituciones” de manera “gradual en función de las condiciones tecnológicas, económicas y de acceso a infraestructura y conectividad” deberán adecuarse a estas modalidades (al menos un par de gestiones si fuéramos leales a lo dispuesto); asimismo si las unidades educativas, por ejemplo, no cuenten con la “capacidad” de adquirir sus propios medios para desarrollar acciones educativas virtuales, la benevolencia ministerial ofrece su espacio, en caso contrario esas “instituciones” seguirán haciéndolo como lo hacían antes. En todo caso todo representa un costo adicional que estará exento de la responsabilidad estatal pues no se otorgaran recursos para esto (ejército y policía sí, sin plan que lo justifique) y como no todo está dicho, 30 días después, habrá más reglamentaciones específicas.

 

Esta es la brillante presentación del señor ministro, obsecuente con la mediocridad. Sátira, ironía, sarcasmo, cólera y hasta burla son poco para semejante adefesio normativo; Scorsese debería filmar con este guion, Tarantino ganaría un Oscar con este personaje, Spielberg con una nueva saga de “Volver al futuro” pero como comedia y, hasta Sanjinés debería animarse a mostrar esta tragedia como las cosas que no deben hacerse, pero se hacen para matar la educación del pueblo; demás está decir que el decreto reglamentario, es excluyente, discriminador por donde se lo vea, miope y hasta ciego de la realidad plurinacional y plurilingüe, ignaro de las condiciones socio económicas, culturales y hasta político religiosa del pueblo, mas como ya se dijo mucho, sigamos. Así regresamos al inicio sin más, pues si ya un costo representa el acceso a cualquiera de las modalidades parafraseadas que por ahora tienen tinte de legalidad, se lleva toda gloria lo que entre líneas deja verter el decreto: maestros y maestras, verán la mejor manera de dar sus clases al igual que estudiantes se las arreglan para costearse sus clases, lo importante es que coordinen la forma y el cómo lo harán para que el Ministerio de Educación este al pendiente de todo. Ese es el resultado de un esmerado y sacrificado trabajo de tres meses, cargar sobre las espaldas del pueblo la responsabilidad de la educación como algo privado.

 

Esto es inoperancia en sentido histórico, legalmente es la prueba de incapacidad que inhabilita para que esta persona esté al frente de la educación boliviana; pedagógicamente es el cretinismo y bovarismo pedagógicos del siglo pasado ya superados hoy, en términos educativos es el ejemplo del estudiante brabucón que reprueba el curso no por malo sino por supino. Cárdenas es como el estudiante al que le dan una tarea para la casa con simples operaciones aritméticas y hace un garabato como dibujo libre para presentarlo como prueba de genialidad. Es como el Rafa frente a la Lisa intelectual (pueblo) que solo agacha la cabeza ante semejante improperio como señal de lástima y resignación con la esperanza de saber que pronto cambiaran las cosas, porque es una burla a la inteligencia, al desarrollo mismo del conocimiento, viendo al pueblo como un conjunto de imbéciles; a las y los maestros como inútiles discapacitados, por eso hay que capacitarlos; esa es la semblanza de un mercader neoliberal.

 

IV.             

 

Ese es el principio y tal vez la piedra de toque de este dilema. Cárdenas el “mercader de la educación”, pues lo que consideramos burla e inoperancia, parece ser en realidad el sentido factico de esta operación; el garabato es no tener plan ese es el verdadero plan, la verdadera conspiración. Retornemos líneas atrás y machaquemos en los antecedentes para aclarar esta tesis. Todas las acciones estuvieron dirigidas a desprestigiar una política educativa social comunitaria, descalificando lo realizado, desprestigiando sistemáticamente a cada uno de los programas educativos en todos los subsistemas, máxime en el subsistema de educación regular, despidieron al 90% de la parte técnica, declaró en acefalia más 500 cargos de maestros y maestras encargados de formación complementaria, cerró de facto la Unidad de Formación Continua encargada de la especialización de maestras y maestros, con lo cual invisibilizó completamente la capacidad de millares de maestros y maestras especialistas en aplicación de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC´s) y Tecnologías de Aprendizaje y Conocimiento (TAC’s) y su respectiva articulación con procesos de enseñanza aprendizaje dentro y fuera del aula, aplicando metodologías sincrónicas y asincrónicas en el uso de entornos virtuales; capacidades y competencias adquiridas como parte de la especialización a nivel post grado; Cárdenas se dedicó a difamar esa formación al grado de reducirla a algo que no tiene valor académico porque “no pasaron por las aulas universitarias”, desconociendo el carácter de educación superior de la Universidad Pedagógica; en síntesis, nos distrajo con un plan para aparecer con un reglamento apócrifo y mediocre mientras realizaban una destrucción sistemática del Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo (MESCP).

 

Paralelamente, la gestión ministerial del señor Cárdenas se encaminó a entregar la educación a la empresa privada a través de convenios; construyó una campaña propagandística y mediática (estrategia comunicacional) para convencer a la opinión pública de una supuesta desastrosa “gestión educativa de 14 años”, tergiversando la realidad, como diría Jean-Marie Domenach (1955), utiliza la propaganda política de desprestigio como arma de control y subyugación convenciendo a la población de lo que no existe o no es real con tal de posicionar su verdad aunque sea falsa, tal como lo hizo el fascismo alemán. El punto está en que se posicionó un discurso de precariedad educativa para justificar una posición mercantilista de una educación elitaria y segregacionista en sentido amplio del término; siendo que a pesar de que el país cuenta con los medios necesarios y quizá suficientes primero para continuar con programas de educación a distancia y virtual porque ya existían; segundo para que sean puestos a disposición o reorientados al desarrollo de métodos y estrategias alternativas de educación en esta crisis sanitaria.

 

Para demostrar lo último hagamos un breve recuento. Bolivia cuenta con un satélite de comunicaciones que permite repetir señal de internet y televisión satelital a cualquier lugar del territorio, se cuenta con fibra óptica propia conectada a ultramar en el Océano Pacífico que debería ser inaugurada en el mes de marzo de este año (Página Siete: 12 de enero 2020), televisión digital y miles de radios comunitarias. El ministerio de Educación hasta noviembre de 2019 contaba con un estudio completo de televisión (set televisivo) con zona de grabación, sala de control de audio y video y área de producción  al igual que el de la Unidad de Formación Continua en la ciudad de Tarija, completamente equipados conectadas a fibra óptica; contaba con al menos dos plataformas educativas en Moodle con sitios web propios (http://educacionadistancia.minedu.gob.bo; http://educaciontecnica.minedu.gob.bo), ambos sitios diseñados exclusivamente para educación virtual y educación a distancia que permitieron la profesionalización de miles de personas en las últimas gestiones pero hoy están sin funcionamiento.

 

A ello sumemos miles de telecentros educativos en todos los municipios rurales del país; el programa “Una computadora por docente” dotó de estos equipos a maestras y maestros así como al personal administrativo de las Unidades Educativas; existen más de 150 institutos tecnológicos de carácter fiscal en todo el país, de los cuales al menos dos institutos en cada departamento cuentan con las carreras de Sistemas Informáticos uno en Telecomunicaciones y otro que cuenta con amplia experiencia en e-learning (aprendizaje virtual a distancia), estas carreras pudieron constituirse en soporte técnico académico que coadyuven en la creación de una enorme red de educación virtual y a distancia articulado a las capacidades técnicas y humanas disponibles. Estos son algunos elementos que citamos de otros tantos disponibles que hacen a condiciones suficientes, tanto en equipamiento, infraestructura como de profesionales interdisciplinarios con los que era posible y aún lo es, garantizar acceso a procesos educativos a distancia y/o virtuales en todas las modalidades de manera gratuita, asequible, democrática intercultural y plurilingüe como mediadas de contingencia para la continuidad de actividades académicas en todos los niveles y subsistemas de la educación fiscal, máxime desde inicial hasta secundaria.

 

Ahora bien, los medios existen, están a disposición, pero a la actual gestión educativa del país, no le interesó utilizarlos, se fue por el camino de mostrar la imagen de país pobre con un sistema educativo deficiente y precario, cuando a las luces está claro que, si bien no estamos a la vanguardia educativa, hace mucho dejamos de ser los últimos y eso se evidencia con solo ver algunos indicadores educativos comparados y las capacidades técnicas y pedagógicas disponibles. Esta visión que nos están vendiendo no es otra cosa que el retorno del mendigo sentado en silla de oro, pero esta vez por imposición, incapacidad, ineptitud e inoperancia, reflejo de su mediocridad, o al menos eso vemos o nos quieren hacer creer por la lógica de nuestra mirada inmediatista y coyuntural. Es decir, existe un sistemático proceso de destrucción de la imagen educativa boliviana y posiciona un discurso de país pobre que requiere de cooperación y necesita del apoyo de agentes externos, que en buen castellano significan tres cosas: la primera, que el Estado es incapaz de manejar procesos complejos de gestión educativa y debe remitirse solo a su regulación normativa; la segunda, que es consecuencia de lo primero, achicarlo a su mínima expresión para cumplir con la tarea solo regulativa y de garante; la tercera, que la educación esté en manos de la empresa privada y sea de responsabilidad de la población su acceso dependiendo de la oferta del mercado. Tres máximas que a continuación pasamos a sustentar.

 

Retornemos al momento del apócrifo Decreto Supremo y los antecedentes citados; recordemos que, desde el mes de marzo, se anunciaba un plan de retorno a clases, luego la aplicación de TIC’s para educación a “distancia” y finalmente una reglamentación, mientras todos esperábamos un plan de contingencia; a la par que se entrega las “capacitaciones” a transnacionales y se cierran unidades de formación complementaria junto al despido masivo de la parte técnica académica del Ministerio de Educación; ello redondeado con un extenso discurso mediático de una “modernización de la educación”, estas consideraciones se materializan en el Decreto Supremo 4260, el mismo que responde a la concepción misma del personaje central de esta trama y lo desnuda en cuerpo y alma al momento en que coincidimos en afirmar que ese Reglamento no es otra cosa que “cargar sobre las espaldas del pueblo la educación”; pero ¿pero por qué llegar a esta conclusión? Por la connotación y trasfondo que contiene la normativa mencionada. ¿Cuál es esa connotación y cuál el fondo?

 

Veamos. El documento hace referencia a la complementariedad de las modalidades de atención en la educación boliviana, poniendo énfasis en el término “atención” como se lee desde el ultimo considerando, los primeros artículos y así en el resto del documento.

 

“[…] es necesario establecer la complementariedad de las modalidades de atención presencial, semipresencial, a distancia y virtual, asegurando el acceso a una educación abierta, inclusiva y de calidad […]; El presente Decreto Supremo tiene por objeto normar la complementariedad de las modalidades de atención presencial, a distancia, virtual y semipresencial […]; modalidades de atención en la educación […]” (el resaltado es nuestro)

 

Nótese en la cita anterior el uso del término “atención” de manera repetitiva, mismo que debe ser comprendido en la acepción de “servicio”, propia del campo de la administración y del marketing, como concepto ligado a la venta o comercialización de productos y servicios con “calidad”; lo cual según las teorías de la administración, toda “atención” a una demanda se da a partir de la venta de productos o servicios; donde la atención a la demanda del cliente, entiéndase como cliente a la población que requiere de educación, debe estar mediadas de acciones que garanticen una variedad de alternativas con calidad para satisfacción al cliente (entornos virtuales, conectividad, acceso a señal de internet, medios tecnológicos entre otros) para que el consumidor final – cliente – obtenga satisfacción en el consumo y genera ganancias a los proveedores de los servicios; entiéndase como mediaciones al Decreto Supremo que pone las reglas de juego entre vendedores del resto de servicios que hacen a la cadena productiva llamada “educación”. Ahora bien, a partir de esta interpretación propia del campo administrativo y del marketing, explica perfectamente el carácter ideológico de quienes detentan la gestión educativa en este momento. He ahí la verdadera connotación.

 

El trasfondo es político e ideológico, porque presenta a la educación como un servicio, como un negocio al que hay que atender desde Estado a partir de la regulación de la demanda y la oferta existentes; en este caso las alternativas educativas para el periodo de cuarentena o durante el periodo que dure la emergencia sanitaria y se mantengan suspendidas la actividades presenciales, son los ofertantes y la necesidad de continuar con la educación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, principalmente como demanda; por consiguiente, cuando el D.S. utiliza la frase de “las modalidades de atención”, sin lugar a dudas se está refiriendo a las formas del cómo ofertar un producto; donde “educación presencial, a distancia, virtual y semipresencial” son expuestas como mercancías que “complementan” el producto educación a nombre de modalidades. El D.S. también establece las reglas y definiciones de los componentes de ese conjunto de mercancías disponibles; lo que en buen castellano significa que esa es ahora la concepción de la educación, como servicio y no como derecho; donde las diferentes formas denominadas ahora “modalidades de atención” cuenten con los instrumentos para su consumo que no son otra cosa que las herramientas “pedagógicas”. Este es el verdadero trasfondo, vender la educación.

 

Sobre estas consideraciones de connotación y trasfondo, tenemos al Señor Cárdenas como el mercader de la educación y verdadero mercachifle que pone en escaparate y a disposición de la población todos los instrumentos, así como herramientas de la educación a distancia y/o virtual, expone las condiciones para su desarrollo, implementación y aplicación en autentica subasta. Pone en venta a través de “intermediarios”, el servicio de internet, de telefonía móvil, los diferentes sistemas o plataformas de aprendizaje, etc., de tal forma que cada maestra o maestro, madre, padre de familia, tutor o finalmente un estudiante es libre de acceder a este mercado y elija según los gustos, formas tamaños y costos la mejor forma de educarse; empero, su consumo dependerá de la capacidad adquisitiva con la que se cuente, con el tamaño de la billetera para para su acceso como en cualquier supermercado. Esa es la política educativa ahora, el mercado selecciona a las y los más aptos, económicamente hablando, para continuar con sus estudios; es la constatación de que la educación está en un escaparate de supermercado para que el consumidor tenga la amplia variedad de productos disponibles que según su capacidad y el dinero con el que cuente pueda adquirirla. En el caso de que el consumidor de la educción no quiera adquirir estos productos acabados, el D.S. le da la posibilidad que acuda al mercado en detalle para que pueda comprar sus propias condiciones de educación (comprar, servidor, desarrollar entornos virtuales, costear los servicios profesionales de un especialista, contratar servicio de internet, etc.) como quien en lugar de comprar el pastel decide hacerlo encasa.

 

Para que no haya dudas de lo que se dice y no parezca especulación, leamos lo que el mismo señor ministro dijo:

 

“El Ministerio de Educación no va a uniformar ni imponer plataformas (…) ofrecerá un menú (instrumentos) a los docentes para que ellos, con madurez, puedan elegir los mejores y los más utilices (sic.) para su trabajo” (La Razón: 27 de abril, 2020. Disponible en: https://www.la-razon.com/sociedad/2020/04/27/gobierno-firma-convenio-google-microsoft-cisco/)

 

Más claro ni el agua, “elegir” es igual a comprar, “madurez” sinónimo de capacidad de gasto para acceder al mejor producto o al que alcance el bolsillo; acá nuevamente retornamos al eslogan neoliberal donde no interesa la condición de clase, de género o pertenencia étnica, etc., todos somos iguales en acceder al “mercado” siempre y cuando haya la capacidad adquisitiva necesaria. El Estado no prohíbe ni se opone al derecho a la educación, pues bajo este principio, todas y todos tienen las mismas condiciones de acceder (comprar) al servicio educación. Y por si quedaran dudas, hoy 14 de junio de 2020 el “mercader de la educación”, el embaucador señor Cárdenas presentó un nuevo logro a través de Bolivia Tv, mostrando un enlace web que estará en la pagina oficial del Ministerio de Educación en la que “(…) los docentes y estudiantes podrán encontrar material educativo para cada nivel, según años de escolaridad, se usará el número de registro para ingresar a ese sistema”, una especie de biblioteca virtual y, con el mayor desparpajo, volvió a hacer marketing por sus socios “intermediarios de la educación” al tiempo que ponía en consideración de los consumidores un nuevo producto “de acceso gratuito”.

 

En definitiva, de este modo es como se demuestra que, a partir de ahora, la responsabilidad de la educación es cargada sobre las espaldas del pueblo y de su bolsillo depende ahora las ganancias de los “intermediarios”; preludio de la virtual cancelación de la educación fiscal y gratuita, universal, democrática, plurilingüe y comunitaria entre otros principios constitucionales. ¿Demuestra incapacidad e improvisación el señor Cárdenas? No. El problema de que la educación sea resuelta por el mismo pueblo responde a su plan de sistemática privatización, es la concepción neoliberal del ministro que cree en una educación regulada por el liberalismo ortodoxo, dejando que sean los PP.FF. por un lado y maestras y maestros por otro lado quienes resuelvan el problema conforme a las condiciones y posibilidades de acceso a insumos, materiales y medios educativos. Es claro que el papel del Estado es solo de regulador, garante normativo que delinea las acciones, pero no interviene directamente, aquí aparece otro dato fuente de análisis como el de la educación privada, que en más de una oportunidad claramente dijo que el tema es “entre privados”, es la mercantilización de la educción en todo el sentido de la expresión.

 

Para terminar, lo que está pasando en el ámbito educativo como gestión estatal, es algo que se va repitiendo en el resto de la administración pública del nivel central; un proceso sistemático y selectivo de destrucción de las conquistas del pueblo que otrora eran parte de la gestión pública, destruyendo lo avanzado respecto de la soberanía tecnológica, embargando nuestra identidad. El actual régimen está construyendo un nuevo discurso de país inviable, atrasado y empobrecido nuevamente, incivilizado y salvaje, la facción de la burguesía agroindustrial y exportadora esta situando nuevamente al país en los últimos lugares de desarrollo humano, cancelando la dignidad de los pueblos indígena originario campesinos y afro bolivianos al quitarles su derecho a la autodeterminación, están utilizando la crisis sanitaria, no solo para acelerar la destrucción del Estado Plurinacional como expresión de garantía de los derechos y conquistas del pueblo, sino también para justificar y legitimar su visión neoliberal por medios legales. Ese es el verdadero plan y no debemos de subestimarlos, por eso a partir de estos hechos, es momento que el pueblo organizado a la vanguardia de sus organizaciones vivas se movilice para retomar el camino perdido, es momento retomar las banderas de la emancipación, de recuperar la educación para el pueblo; no éramos la vanguardia en educación, pero dejamos hace tiempo de ser los últimos. No dejemos que nos distraigan con su aparente ineptitud, que ellos la tienen claro por donde caminar y nosotros los estamos subestimando. El debate está abierto y la lucha continua, la rebelión del pueblo se justifica, es mejor morir luchando que morir de rodillas y de hambre.

 

Chuquiago Marka, a días del willkakuti (Machaq mara) 5528

La Paz, invierno de 2020

 

 

 

 

 

Nota. El presente escrito se enmarca en la libertad de expresión, libertad de pensamiento, filiación política-ideológica y de credo como derechos y garantías consignadas en la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia a fin de salvaguardar mis derechos y sea precedente ante cualquier represalia.

 

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