PRONUNCIAMIENTO DE LA ESCUELA NACIONAL DE FORMACIÓN POLÍTICA SOCIALISTA COMUNITARIA ANTE LA COYUNTURA ELECTORAL
Como Escuela
Nacional de Formación Política Socialista Comunitaria nos pronunciamos en esta
coyuntura política, en que la selección de candidaturas de alcaldes y
gobernadores para las próximas elecciones subnacionales del 7 de marzo, ha
puesto en evidencia la debilidad de la organización y estructura políticas, así
como la desideologización del Movimiento al Socialismo (MAS), cuya dirección
encabezada por el compañero Evo Morales ha aplicado criterios electoralistas y
pragmáticos que han generado varias divisiones y desprendimientos en las filas
del instrumento político, lo que puede llevar a que en las próximas elecciones sean
más las derrotas que las victorias para el campo popular, con el consiguiente fortalecimiento
en varios departamentos de los partidos de derecha, y el posible debilitamiento
del gobierno presidido por el compañero Luis Arce.
El
MAS es y debe seguir siendo socialista comunitario
Ratificamos en
primer lugar nuestro pleno compromiso con la “Tesis Política del IX Congreso
Nacional del Movimiento al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía
de los Pueblos” que plantea que el objetivo estratégico del proceso de cambio
en Bolivia debe ser la construcción del socialismo comunitario en Bolivia hacia
el Vivir Bien en armonía con la Madre Tierra.
Hoy este
planteamiento es atacado por una corriente ideológica que se presenta como indianista
y que pretende destruir el entronque virtuoso que, luego de largos debates, se
logró entre el comunitarismo que nos viene desde nuestra propia cosmovisión
andina y amazónica de las naciones originarias, con el socialismo por el que
lucha históricamente la clase obrera.
Ese ataque contra
el socialismo comunitario parte de justificadas críticas –que las compartimos,
porque también nosotros como Escuela las hicimos conocer oportunamente- a las
desviaciones ideológicas del ex vicepresidente García Linera, como el pactismo
con la oligarquía cruceña que terminó estancando la revolución democrática y
cultural en nuestro país, o la de “incorporar a los vencidos” que terminó
abriendo las puertas del MAS a los infiltrados derechistas. Sin embargo, desde esas
críticas al linerismo la así llamada corriente “indianista” pretende generalizar
su arremetida al conjunto de los socialistas comunitarios, al conjunto de la
izquierda revolucionaria. Consideramos que, de esa forma y así sus portavoces
no sean conscientes de ello, la corriente “indianista” está expresando los intereses
de clase de la emergente burguesía aymara, que busca apoderarse del instrumento
político y del proceso de cambio en su conjunto. No sería la primera vez que un
intelectual aymara termine jugando un rol contrarrevolucionario, ocurrió con
Víctor Hugo Cárdenas, con Fernando Untoja y con Félix Patzi.
Coyuntura
electoral y sujeto histórico del proceso de cambio
Una coyuntura
electoral debe significar, para un proyecto político revolucionario, la
oportunidad de consolidar presencia territorial, fortaleciendo al mismo tiempo
la construcción del sujeto histórico del proceso de cambio. No se trata de
ganar a cualquier costo, sacrificando lo estratégico por lo táctico, poniendo
en riesgo la base social de un proceso por cálculos cortoplacistas. Esta visión
ideológica se ha ido perdiendo en el instrumento político, que desde hace
varios años se está convirtiendo nada más que en un aparato electoralista, es a
esto que llamamos desideologización. Hoy está planteada la absoluta necesidad
de que el MAS vuelva a ser un Instrumento Político Revolucionario, que por
esencia es una construcción social y colectiva que ponga en pie nuevamente una
fuerte estructura nacional y en todos los departamentos. La maniobra, la
prebenda, el verticalismo y el caudillismo, están socavando nuestro instrumento
político y es así que estamos ante el peligro de que el gran triunfo del MAS
del 18 de octubre del 2020 pueda terminar diluyéndose frente a nuestros ojos.
Para evitar este
riesgo es que en el proceso de selección de candidaturas debieron aplicarse los
siguientes criterios ideológicos y políticos:
1.
El respeto a los
principios ideológicos. Ha sido el propio compañero Evo Morales que
ha indicado que nuestros principios son el anticapitalismo, el antiimperialismo
y el antineoliberalismo. Esto conlleva la necesidad de construir el socialismo comunitario
del Vivir Bien. Pero hay que convertir la retórica principista en práctica
política, pasando del discurso al hecho, por lo que ningún candidato masista
debería provenir de un partido de derecha o tener posiciones procapitalistas
como por ejemplo las tienen los grandes empresarios privados. El peligroso
argumento de que “también debemos recuperar a los neoliberales para el proceso
de cambio” sólo ha llevado a derechizar nuestro instrumento político.
2.
El respeto al
sujeto histórico del proceso de cambio. Los movimientos
sociales indígenas campesinos originarios, obreros y populares fueron los que
forjaron el proceso de transformaciones en Bolivia, los que impulsaron la
Asamblea Constituyente y fundaron el Estado Plurinacional Comunitario. Luego de
una sangrienta derrota en el golpe de Estado de noviembre del 2019, organizaron
la resistencia con la que vencieron a los golpistas y lograron recuperar las
libertades democráticas, aunque todavía falta consolidarlas liberando a todos
los presos políticos, garantizando el retorno de todos los exiliados y abriendo
procesos a los autores del golpe de Estado. Sin embargo es importante decir
que, aun planteando que debe respetarse a las organizaciones sociales, ello no
significa que tengan la última palabra, porque puede darse, como se dio en el
caso del Bloque Oriente en Santa Cruz o en la ciudad de El Alto, que esas
organizaciones respalden a traidores, a infiltrados derechistas o a corruptos.
Por ello es que este criterio es el segundo y debe estar sometido al primer
criterio, que es el respeto a los principios ideológicos revolucionarios.
3.
La unidad del
campo popular. En estas elecciones la derecha ha aprendido de las elecciones
nacionales del 18 de octubre: no ir separada, sino juntarse en fuertes candidaturas
en lugares estratégicos, para así garantizar sus propios triunfos. Por ello es
que desde la izquierda expresada en el MAS – IPSP, se debieron construir
candidaturas unitarias en torno a cuadros políticos sin ningún tipo de manchas
en su trayectoria. Lamentablemente se acude a personajes como Cronenbold que en
Santa Cruz defendió públicamente al fascista Camacho, o el derechista Miguel
Becerra en Pando, que sólo expresan oportunismo carente de principios
revolucionarios.
4.
La participación igualitaria
de mujeres en las candidaturas. Debió fortalecerse como una forma de avanzar
en la lucha contra el patriarcado, pero en lugar de eso se ha debilitado,
primando criterios machistas en la selección de candidatos. Los movimientos de
mujeres organizadas son los que más están creciendo en Sudamérica, en Chile por
una Asamblea Constituyente, en Perú con las movilizaciones contra los gobiernos
ilegítimos y en Argentina por la despenalización del aborto. El proceso
boliviano no puede quedar al margen, en todo caso debe colocarse en la primera
línea en la lucha por la despatriarcalización.
5.
La renovación
generacional combinada con la experiencia de los cuadros revolucionarios. Hay una nueva
generación de jóvenes dirigentes que exigen tener lugar en las candidaturas.
Lamentablemente no se ha dado curso a esta potencialidad joven, que hoy está
buscando nuevas formas de expresión política por ejemplo en los denominados
“autoconvocados”. Si no los organizamos desde la izquierda, serán cooptados por
la derecha. Pero esto parece que no comprenden la actual dirigencia del MAS,
que ha dado lugar a que hoy cunda el falso discurso de la “renovación” sin
principios revolucionarios, como el que maneja Eva Copa en la ciudad de El
Alto, queriendo hacer olvidar al pueblo que insistió en llamar “transición
constitucional” al golpismo, haciendo el mayor favor a Añez y Murillo.
La Escuela Nacional
de Formación Política Socialista Comunitaria cumple con su obligación de
alertar que en la selección de candidaturas no se han respetado, en todos los
lugares, los criterios arriba expuestos. Estamos de acuerdo con la sugerencia de
que para futuras experiencias se aplique el método de las elecciones internas
denominadas “primarias”, pero para que en la práctica ese método no se desvirtúe
debe aplicarse respetando los cinco criterios anotados. De otra forma será un
remedio peor que la enfermedad.
La Escuela Nacional
de Formación Política Socialista Comunitaria ratifica su vocación unitaria y
principista revolucionaria. Creemos que hay candidaturas que expresan adecuadamente
los cinco criterios de selección y son: 1) La candidatura del compañero
Franklin Flores a la gobernación de La Paz, 2) La candidatura del compañero
Nelson Cox a la alcaldía de Cochabamba, y 3) La candidatura de la compañera
Adriana Salvatierra a la alcaldía de Santa Cruz. Estas tres candidaturas
debieran convertirse en los referentes de la campaña nacional.
Finalmente,
alertamos que en un escenario con más derrotas que victorias como el que podría
presentarse luego del 7 de marzo, la derecha se volverá más agresiva en su permanente
labor de desgaste de nuestro actual gobierno. Sólo la unidad programática y
estratégica del pueblo, más allá de la coyuntura electoral, podrá defender el
proceso de cambio.
Bolivia, 3 de
enero de2021
Que acciones viene realizando fuera del pronunciamiento? se hace necesario la capacitación, formación y comprometidos leales, y no tener personajes fallidos reciclados, oportunistas y camaleones, al calor de las elecciones.
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