Está absolutamente claro ante la historia que la burguesía cruceña apostó por el golpe de Estado en noviembre del 2019. Las logias burguesas cruceñas apoyaron y financiaron el paro cívico de 21 días que determinó el Comité Cívico Pro Santa Cruz (a la cabeza de Luis Fernando Camacho) que fue la acción con la que inició la fase final de derrocamiento de Evo Morales. Por tanto, no pueden decir los empresarios cruceños que fueron "neutrales" y que no tuvieron nada que ver con la administración de facto de Jeanine Añez. Y el gobierno del compañero Luis Arce no los puede tratar como si nada hubiera pasado, y ponerse a dialogar con ellos, sabiendo que así estuvieron durante años con el gobierno de Evo Morales, obteniendo una y otra concesión en lo que fue un pacto implícito promovido por Álvaro García Linera ("ustedes empresarios reconocen al Estado Plurinacional y no conspiran contra él, yo gobierno reconozco su modelo productivo cruceño y no pretendo transformar su esencia capitalista"). Luis Arce no puede caer en el mismo error pactista que ya sabemos adónde llevó.
Está muy bien que la negociación salarial sea resuelta de manera directa entre los trabajadores representados por la Central Obrera Boliviana (COB) y el gobierno con sus ministros y ministras. Los empresarios tuvieron oportunidad de participar en las "Cumbres por la Reactivación Productiva" del año 2020, pero por motivos clasistas y racistas no estuvieron presentes. Ahora exigen "diálogo tripartito" y que el gobierno les atienda, como si ellos no detentaran el control del capital y, por tanto, tuvieran poder económico.
Ayer culminó el Congreso de la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Santa Cruz (CAINCO) que, en una nueva muestra de la misoginia de esta burguesía cruceña, eligió un directorio en el que no hay una sola mujer. Y en el acto de posesión del nuevo directorio comenzaron a ejercer su presión de clase. El nuevo presidente de la CAINCO, Fernando Hurtado, lanzó un discurso agresivo contra el modelo económico social comunitario que lleva adelante el gobierno del MAS. Lo hizo en presencia de dos ministros que no parecen tener la fortaleza ideológica y política como para responderle: la ministra de planificación, Gabriela Mendoza, que es una persona que se define meramente como "técnica", y el ministro de desarrollo productivo, Néstor Huanca, que es parte del ala conciliadora que dirige el vicepresidente Choquehuanca dentro del ejecutivo.
El gobierno debe dar una firme respuesta al desafío de la burguesía cruceña y para eso debe mostrar cómo retomando el modelo económico social comunitario (que el camachista Fernando Hurtado tilda de "modelo del pasado") la macroeconomía se ha recuperado, comenzando por los niveles de empleo que durante la administración de los golpistas se habían derrumbado.
Y en cuanto a la relación con estos grandes empresarios, debe quedar claro que el gobierno está para gobernar, que para eso tiene la enorme legitimidad que le da el 55% obtenido en las urnas. Y que si bien es el gobierno de todo el país, el compañero Arce nunca debe olvidar la base social, indígena, obrera y popular a la que representa.
1 de abril de 2022
Escuela Socialista Comunitaria
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios